Viaje al paraíso con mi madre - Relatos Eróticos

Viaje al paraíso con mi madre

... prohibidas de se hijo , apegando su cuerpo al mío, frotándose contra mí , al fin mi sueño se estaba realizando, pero cuando metí mi mano por delante, bajo su corto vestido ya tocando su sexo , su mano me detuvo diciéndome que no podíamos continuar. Yo no le hacía caso , estaba como loco , quería hacerla mía a como diera lugar , caliente a más no poder , levantándole el vestido , mis manos buscaban ansiosas su sexo , sus nalgas y ella tratando de detenerme , pero no la escuchaba. Dejó de besarme , me empujaba con sus manos para que la soltara , pero por mi fuerza , no podía. Tome su blusa y se la saqué q tirones arrancando sus botones , sumergiéndome entre sus tetas , besándoselas por sobre el brasier , la ultima prenda que me impedía llegar a ellas.

Ella me trataba de sacar de ahí, entre jadeos me pedía que parara, pero era inútil , yo estaba enceguecido por calentura. Con la experiencia adquirida, con solo una mano llevada atrás de su espalda, solté el broche de esa prenda , liberando se su prisión las descomunales tetas de mi madre. Caímos a la cama y ya me fui con todo a sus enormes pechos, apretándoselos con ambas manos , sacándolos de su encierro , chupándoselas con frenesí , escuchando entre gemidos sus suplicas para que me detuviera , hasta que de un momento a otro , dejo de luchar y se entregó a mí , acariciando mis cabellos , apretando mi cabeza contra sus tetas.

Ya de ahí todo fue una locura, sin dejar de besarnos comenzamos a sacarnos la ropa hasta quedar completamente desnudos. Rodábamos por la cama besándonos y tocándonos hasta quedar ella de espaldas, con sus piernas abiertas y yo sobre ella, hasta que llegó el momento que tanto había deseado con mi verga rozando su sexo.

Solo hubo un minuto de calma, nos quedamos mirando y lentamente se la fui metiendo, despacio, disfrutando cada centímetro que mi verga entraba dentro de ella, admirando su hermoso rostro con la boca abierta , sintiendo como su hijo entraba en su cuerpo , hasta que ya estuve completamente dentro de ella, mirándonos en todo momento. 18 años habían pasado desde que yo salí de ese mismo lugar y ahora volvía a entrar.

Se la dejé metida hasta el fondo y la besé con amor, afirmado de sus deliciosas nalgas. Comencé a penetrarla suavemente, sin dejar de besarla ni un segundo. Poco a poco comenzamos a coger más rápido , entre quejidos de placer de nos decíamos lo mucho que nos amábamos , alabando su cuerpo , confesándole las muchas veces que fantasee estar así con ella , besar sus tetas , tener su culo en mis manos , estar dentro de ella , mientras besaba su cuello , sus tetas , ella me decía que era toda mia , que ya no era una fantasía , que me amaba con todo su corazón , que me deseaba como hombre, que no podía creer el gusto de estar así con su hijo.

Mi verga no para de entrar y salir de su cuerpo , sacándole gemidos tras gemido, hasta que me salí de encima de ella y baje a sus piernas. Mi madre separó las piernas y dejo a su hijo hacer lo que quisiera con ...