1. Viaje al paraíso con mi madre


    Fecha: 06/08/2019, Categorías: Incesto Autor: david800210, Fuente: TodoRelatos

    ... notas eran pésimas, estaba sentenciado a repetir. Mi madre pidió una cita con mi profesor jefe, un tirano intransigente, pero luego de otra y otra cita, milagrosamente mis pruebas venían corregidas con los resultados correctos. Ahí me entró la duda de cómo mi madre había conseguido que el, siendo tan déspota y estricto, me ayudase de esa forma tan descarada. Aunque me dolía de solo pensarlo, seguramente terminó acostándose con el, por sus constantes llamadas al teléfono de mi madre, donde ella se alejaba de mi para hablar tranquila. Si ya me caía mal ese viejo, pensar que estuviese acostándose con mi madre fue un verdadero calvario, pero nunca se lo dije.
    
    Siempre fue la apoderada más joven de mi curso y por su físico tan llamativo y su forma tan sexi de vestir, fue muy complicado para mí. Era víctima de constantes comentarios obscenos de mis compañeros hacia mi madre, bromas pesadas, donde muchas veces termine a golpes con ellos por defender el honor de mi madre. Afortunadamente, yo era uno de los más altos y fornidos del curso, ya que por naturaleza soy alto y acompañando a mi madre en su gimnasio, hacia pesas junto a ella, desarrollando notoriamente mis músculos.
    
    Luego vino mi despertar sexual, donde fue ella la que me compró preservativos, incluso me enseño a usarlos.
    
    Yo le tenía mucho respeto a mi padrastro o miedo, porque no decirlo. Pero ya con 15 años, me había pegado el estirón, era más alto que él y un día que la estaba tratando muy mal, lo encaré de frente. Al parecer me tuvo miedo, ya que no me enfrentó y desde ahí nunca más volvió a levantarle la voz a ella, al menos estando yo cerca, aunque de todas formas siempre mantuvo sus celos enfermizos.
    
    A pesar de tener casa en la playa, eran pocas veces las que íbamos. El pasaba en el trabajo y las pocas veces que nos acompañaba, solo se quedaba en casa, no bajaba con nosotros a la playa, pero para mi, mejor, éramos solo ella y yo. Ya en ese tiempo fue que comencé a fijarme más en el cuerpo de mi madre, imposible no hacerlo. Una deslumbrante mujer de figura perfecta, hermosa, muy tetona, con un culo de infarto, que volvía locos a los otros veraneantes y confesándome, a mi también. Lejos la mejor de la playa siempre, con bikinis que no siendo tan pequeños, de colores llamativos, parecía realmente una modelo. Sus pechos apenas contenidos por su traje de baño, eran un espectáculo difícil de no admirar. Yo había tenido novias tetonas, pero nada comparadas con las tetas de mi progenitora.
    
    Se tendía de boca en la arena, se soltaba la parte de atrás de su traje de baño y me hacia aplicarle bronceador en la espalda. Yo lo hacía contento, mirando como sus tetas desbordaban hacia los lados, bajando hasta sus piernas y lo mejor, su cola, donde aplicaba una generosa cantidad y tenía la oportunidad de tener en mis manos, dos nalgas perfectas , suaves , exquisitas, las que manoseaba morbosamente, para posteriormente, acostarme a su lado de boca, obligadamente, para disimular la erección que ...
«1234...9»