El Regalo: Senderistas, Una cita y dos Garrulos - Relatos Eróticos

El Regalo: Senderistas, Una cita y dos Garrulos

... viene perfecto, precisamente esta mañana comentamos que hoy no íbamos a salir.

— Pues en un ratito llegamos, muchas gracias.

A los pocos minutos ya estaban a la puerta las dos mujeres, Miguel las saludó y les franqueó el paso. Llevaban su ropa de senderistas y cada una cargaba una pequeña mochila a la espalda.

Las presentaciones llevaron poco tiempo, ellas se llamaban Laura, la más joven y Silvia la mayor. A Paco le presentó como un amigo y a su tía María como la criada. El hecho de que tuviesen personal de servicio sorprendió mucho a sus dos visitantes, se notaba que la gente de su entorno no tenía personal doméstico.

María las acompañó al interior de la casa para que se cambiasen de ropa, Paco y Miguel se quedaron esperando junto a la piscina.

— Que bien aprovechaste el tiempo, hasta amistades hiciste.

— Fue pura casualidad, no iba buscando nada.

— Pues están muy bien las dos.

— Laura es guapísima, su tía tiene cara de morbosa pero guapa, guapa no es.

— Pues yo me la follaba, menudas tetas tiene.

Tuvieron que callarse cuando vieron que sus invitadas volvían. Laura tenía tipo de modelo, era alta y con un cuerpo escultural, su escasez de pecho se podía perdonar viéndola en conjunto. Silvia tenía formas más rotundas y redondeadas, además se había puesto un bikini rojo que las resaltaba.

Nada más extender las toallas en dos tumbonas, las chicas se lanzaron al agua. Paco y Miguel se quedaron sentados sin hacer amago de moverse. Laura se acercó al borde de la piscina y salpicó a Miguel.

— ¿Qué pasa no os bañáis?

— Más tarde.

— Os da vergüenza o es que no sabéis nadar.

— Pues yo si me baño. — Paco se quitó la camiseta y rápidamente se lanzó a la piscina salpicando agua en todas direcciones.

Miguel vio a los otros tres chapoteando en el agua, la verdad es que tenía muy buena pinta y hacía calor. Se tiró a la piscina de cabeza sin pensárselo más, estaba agradablemente fresca, dio unas brazadas buceando, aprovechando para echar una mirada a las dos mujeres que estaban quietas en ese momento ofreciendo una perfecta vista subacuática de sus cuerpos.

Cuando salió a la superficie a lado de las chicas se encontró con que Laura entre risas le hundió la cabeza en el agua. Parece que querían jugar y a los pocos momentos estaban los cuatro como críos peleando e intentando hundirse los unos a los otros. Alguna mano se le escapó a Miguel, aunque intentaba disimular, el culo de Laura se llevó más de un apretón.

Paco por su parte era mucho menos discreto, se enlazaba con Silvia como un pulpo, en algún forcejeo la tela del sujetador dejo asomar un pezón. En un momento dado la levantó en brazos agarrándole directamente el culo, la mujer se dejaba hacer entre risas lo que envalentonaba aún más al hombre que ya estaba metiéndole mano descaradamente.

Silvia se lo estaba pasando en grande, hacía tiempo que no estaba con un hombre y las atenciones de Paco la encantaban. Aprovechando la cobertura que le daba el agua la ...