1. El Regalo: Senderistas, Una cita y dos Garrulos


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Atlas, Fuente: TodoRelatos

    A las doce de la mañana María ya tenía todas sus tareas concluidas, todo estaba ya limpio y recogido y hasta su nariz empezaban a llegar los deliciosos efluvios del estofado que tenía al fuego. Su marido y su sobrino Miguel habían salido a terminar algunas cosas pendientes que habían quedado en el jardín.
    
    Su situación que tenía estaba clara, la utilizaban como criada para hacer todas las tareas de la casa, además los dos hombres la usaban para su placer sexual, sobre esa parte realmente María no podía quejarse, se preocupaban de que ella lo disfrutase tanto como ellos a veces incluso más.
    
    Lo más sorprendente era la afición que le había cogido a la vara. Su marido ahora tenía la costumbre de tener siempre a mano una flexible vara de fresno que utilizaba a menudo sobre el trasero de María.
    
    Si sumabas todo eso el resultado es que la mujer se pasaba caliente la mayor parte del día. Tener a dos hombres a su disposición o más bien estar a disposición de dos hombres había elevado la cantidad y calidad de su vida sexual a unos límites que nunca hubiese esperado.
    
    Los dos hombres habían estado recortando el seto del jardín. Tenían un recortasetos eléctrico que les facilitaba mucho la tarea, Paco iba cortando y Miguel detrás iba recogiendo, así en poco rato terminaron la tarea.
    
    β€” Creo que estas son las únicas vacaciones que me ha tocado trabajar. β€” Miguel estaba atando la última bolsa.
    
    β€” No es nada, esto ha sido un rato y ya está listo.
    
    β€” Eso sí, ¿Qué vamos a hacer esta tarde?
    
    β€” No he pensado nada, ahora comer, echar un rato de siesta y luego ya a tirarse en la piscina supongo.
    
    β€” No es mal plan, a la chica seguro que también le gusta.
    
    Paco se había dado cuenta de que Miguel evitaba llamar a su tía por su nombre, la llamaba chacha, chica, la criada cualquier palabra que se le ocurriese para evitar usar el suyo propio. Estaba convencido de que el chico no se hacía a la idea de que compartiese a su mujer con tanta facilidad.
    
    β€” Miguel ¿Te causa algún problema que te comparta a mi mujer y no me moleste?
    
    β€” Joder tío, me parece raro que me animes a ponerte los cuernos, tendrás que entender que no es muy normal.
    
    β€” Yo llevo años poniéndoselos a ella, yo la quiero un montón, pero tengo mis necesidades y viajo mucho. También tengo mis fantasías que son un tanto particulares.
    
    β€” ¿Cuáles son?
    
    β€” De momento emputecerla, sé que a algunas personas les parecería algo enfermizo, pero el primer paso es ese.
    
    β€” ¿El primer paso? Y después que.
    
    β€” Después ya dependerá de ella y como reaccione. Dejemos el tema y vamos a comer que ya es hora.
    
    Después de comer Miguel estaba leyendo una de sus revistas de deportes cuando sonó el teléfono.
    
    β€” No te habré despertado, ¿verdad? soy Laura.
    
    β€” No, hoy no me acosté después de comer. β€” Laura era la chica que había conocido en el pueblo, la que estaba viajando con su tía.
    
    β€” Te llamo porque nos invitaste a usar vuestra piscina. He pensado que si no os va mal nos pasamos ahora.
    
    β€” Nos ...
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