1. Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 25


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... lado.
    
    No sabía adónde mirar, la imagen del coño abierto bajando lentamente era hipnótico, pero justo al lado podíamos ver a Corina desnuda agachándose en cuclillas sobre eldildo que apuntaba amenazante hacia arriba.
    
    Yo notaba la excitación de Fiorela, por la presión que hacía sobre mí, sentía en mi polla cómo me estrujaba con sus músculos pélvicos, parecía que quería estrujarme la polla antes de correrme.
    
    Corina se apoyó en el canto de la cama mientras miraba al espejo, segura de que nosotros estaríamos pendiente de ella, separó las rodillas todo lo que pudo para que la viéramos de frente igual que desde abajo, lo cierto es que estaba preciosa, tenía la cabellera todavía húmeda de la ducha, los rizos se le caían sobre la frente cuando nos miraba.
    
    Al mismo tiempo se apretaba las tetas como se las hubiera apretado yo, sabía cómo le gustaba por los suspiros y gemidos que hacía cuando amasaba sus tetas apretando los pezones o agitándolos rápidamente con los dedos.
    
    Desde donde mirábamos nosotros podíamos advertir cómo la humedad iba expandiéndose por los labios menores y el clítoris se iba descubriendo con las contracciones que tenía, la vagina se abría como un pez fuera del agua pidiendo que le llenara.
    
    Si yo estaba caliente, Fiorela no era menos, ella misma puso sus tetas en mis manos para que pellizcara los pezones y lo hice igual que Corina, le gustó porque me apretó la polla con el coño.
    
    Vimos como Corina se desplazaba intentando apuntar eldildo en su coño, no quería tocarlo con la mano, queriendo demostrar que le“tenía cogido el tino” y lo hizo bien, yo me movía instintivamente queriendo ayudarle, Fiorela también me guiaba para que mi polla quedara a la entrada de aquella concha mojada por momentos.
    
    Cuando Corina acertó a meter la punta del capullo de látex en su coño, Fiorela me empujó queriendo que su amiga se la metiera. No sé si sería telepatía o qué, pero Corina se sentó de golpe hasta meterse más de la mitad del consolador en el coño. Fiorela hizo lo mismo, pues yo también empujé hacia arriba queriendo hundirla hasta el final.
    
    Corina lo consiguió a la segunda, se arrodilló sobre la toalla y se fue sentando hasta que en el suelo solo quedaron visibles los huevos de imitación entre sus nalgas. Fiorela aplaudió sobre mi cabeza, yo no pude pues tenía sus tetas en mis manos pero las apreté para acompañarla en su alegría.
    
    La forma tan sensual de moverse con el doble de mi polla clavado era terrorífica, parecía que se lo iba a meter del todo y perderse en su interior, se notaba que lo disfrutaba pues veíamos las contracciones que tenía en el culo.
    
    Los dos miramos al espejo, la imagen reflejada no era menos erótica, Corina casi sentada en el suelo con las rodillas abiertas tiraba de sus pezones queriendo sacarlos más y más, su cara expresaba que disfrutaba al máximo de aquella imitación.
    
    Nos dio la impresión de que en aquel momento ya no se acordaba de la competición entre las dos argentinas, ahora era todo para ...
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