1. Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 25


    Fecha: 02/08/2019, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... teléfono iba loca intentando enfocar bien y nosotros seguíamos con el aparato retirándolo y acercándolo para ver cuál de los dos acertaba antes el acertijo.
    
    Por fin la imagen se estabilizó y comprendimos que aquella cosa rosa era una toalla que estaba extendida en el suelo, al momento vimos los pies de Corina, los reconocí enseguida pues se los había lamido muchas veces. A ella le encantaba que le lamiera los dedos. La lamparita iba de un lado al otro intentando iluminar bien la escena, hasta que de pronto además de los pies pudimos ver las piernas hacia arriba y cuando llegaba a los muslos sólo pudimos ver el techo.
    
    Reconocí la lámpara que colgué cuando hicimos la reforma para cuando vinieran desde La Argentina, ahora estaba apagada, sólo se iluminaba por la pequeña de la mesita.
    
    Durante la espera Fiorela reanudó los movimientos de su cuerpo sobre el mío metiéndose la polla mientras resbalaba su cuerpo sobre sus tetas contra mi pecho. En el teléfono se notaba y se oía el ruido de la habitación, estaba claro que Corina no estaba quieta.
    
    Fue una impresión fuerte, al lado del teléfono emergió algo que parecía elEmpire State pero color carne, inmediatamente Fiorela gritó.
    
    No quería reconocerlo, pero aquella polla que se veía como si estuviera al lado de nuestras caras, por el ángulo que teníamos, era exactamente mi polla, no lo comprendí hasta que recordé un detalle, a la cabeza me vino el comentario de Susana cuando me contó que Corina se había comprado un consolador a imagen y semejanza de mi verga dura, por cierto, ella se compró otro igual, sospechaba que Corina había sacado mi consolador como sustituto en la competición.
    
    Fiorela no paraba, a movimientos lentos iba metiéndose mi polla sin prisa, estaba tan intrigada como yo en ver en qué terminaba aquello. Corina tenía mucha más inventiva que Fiorela, aunque esta me tenía a mi dentro de su coño.
    
    Las sombras cambiaron y de pronto vimos las piernas de Corina desde abajo, como si pasáramos por debajo del Coloso de Rodas, al final las dos columnas se juntaban pero no se podía ver nada más.
    
    Lo que vimos a continuación nos dejó mudos, aquellas columnas torneadas y morenas se fueron plegando y acercando al objetivo, al mismo tiempo se fue abriendo entre ellas un“corte” que cada vez dejaba ver mejor. No podíamos verle la cara pues las tetas nos lo impedían pero desde abajo eran tan excitantes como de frente.
    
    Poco a poco se iba descubriendo el motivo de la tardanza, el plano cambió un poco y al fondo pudimos ver el reflejo de un espejo, Corina se había colocado de frente al espejo que yo colgué en el tocador de su cuarto, lo compré bien grande para que no tuviera problema de ver su cuerpo entero, ahora me alegraba por la elección pues podía verla de frente y desde abajo.
    
    En efecto, Fiorela iba comprendiendo igual que yo, ahora ya se veía el coño y el culo, bien abiertos que iban bajando y no sólo eso, sino que se iban acercando a la polla de látex que“salía” de nuestro ...
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