1. Acuerdo en tacones - Capítulo 5


    Fecha: 19/02/2023, Categorías: Fetichismo Autor: Sylke and Friends, Fuente: TodoRelatos

    ... comenté acariciando una de sus piernas por encima de esos pantys que tanto juego habían dado.
    
    - ¿Solo a ellos, Fernando? - me preguntó ella insinuante, pasando la punta de su lengua por el labio inferior.
    
    A continuación, se apartó para pegarse a la ventanilla opuesta a la mía y estirando su pierna puso su tacón sobre mi pecho y lo bajó hasta mi paquete, para frotarlo con la punta notando mi evidente empalmada.
    
    - ¿He hecho bien mi papel? - dijo ronroneando y pasando el tacón por mis huevos... totalmente juguetona y cachonda.
    
    - Joder, Elena, eres increíble.
    
    - Creo que les he encandilado - añadió mordiéndose el labio.
    
    - Sabes de sobra que no solo a ellos, - respondí excitado – Elena, yo también estoy muy caliente, y espero que no pienses en que esta noche acaba aquí...
    
    En ese momento poniendo mi mano en su talón, le saqué el zapato, descalzándola, notando por su sonrisa que a ella le apetecía seguir disfrutando de ese juego. A continuación, mirándole fijamente a los ojos, me llevé su pie a la boca para besarle la punta de sus dedos, en el refuerzo de la media, que ella movía grácilmente, recogiendo el zapato con su mano y pasando el tacón rozando su húmedo coño, sobre el panty...
    
    Por un momento pude ver los ojos del taxista a través del retrovisor, abiertos de par en par, pasando un mal rato, con esa espectacular escena de las piernas abiertas de Elena, con su pie jugando entre mis labios e intentando no chocarse con el resto del tráfico de la ciudad de México.
    
    Elena, mirando de reojo igualmente al taxista, luego se dirigió a mí, para decirme, sin dejar de pasar el tacón por su rajita:
    
    - ¡La noche no acaba más que empezar, Fernando!, ¡te voy a follar como ni te imaginas! -dijo pasando de nuevo su lengua por sus labios - ¡No puedo estar más caliente! No sabes lo cachonda que me pone excitar así a estos tíos, y cómo me han puesto esos juegos con mis piernas y mis pies...
    
    - Y eso que te parecía una locura al principio... - comenté riendo.
    
    - ¡No era consciente de hasta qué punto esto me podía poner tan cachonda a mí a la vez que a los tíos! ¡Esto es un descubrimiento, que me encanta, Fernando, pero ahora... necesito un polvo urgentemente!
    
    De pronto, ella se abalanzó sobre mí besándome la boca con todas las ganas, más bien, comiéndomela, y jugando con su lengua para buscar la mía que pronto se entregó a ese frenético beso. Ella, a vez y de forma habilidosa, había conseguido abrirme la bragueta sacarme la polla, que agradeció ser liberada, mostrando su total tensión y dureza.
    
    El taxista tuvo que pegar un volantazo, ante los acontecimientos que veía a través del espejo y estuvo a punto de chocar con otro vehículo.
    
    - ¡Dios, Elena, como sigas así nos matamos! - le dije a ella señalando al conductor mientras sostenía mi miembro duro entre sus dedos.
    
    Ella regresó a su posición, contra su ventanilla, pero no dejó de frotarme la polla, esta vez con su pie y sonriéndome de manera muy lujuriosa. De no estar metidos ...