Acuerdo en tacones - Capítulo 5 - Relatos Eróticos

Acuerdo en tacones - Capítulo 5

... pantalón dio un espasmo cuando ella pidió una copa de vino al camarero, mostrando su tarjeta en sus largas uñas, haciendo un nuevo cruce de piernas, exhibiendo de forma mágica toda su sensualidad, balanceando ligeramente su pie fuera del tacón.

Al subir mi mirada y acercarme más a ella, no daba crédito a lo que veían mis ojos... pues esa escultural belleza no era otra que Elena. ¿Cómo no pude darme cuenta antes?

- ¡Dios, estás impresionante! - dije acercándome a ella y dándole un pequeño beso junto a la comisura de sus labios pintados de rojo intenso.

- ¿Me queda bien? - añadió ella bebiendo ligeramente apoyando fugazmente sus labios en la copa de vino.

Casi no tenía palabras, porque por delante, Elena deslumbraba todavía más. Iba perfectamente maquillada y, además, se había hecho un recogido en el pelo en el que unos mechones juguetones ofrecían un aspecto inocente y desenfadado, a pesar de su elegante atuendo. La chaqueta negra cruzada, con un canalillo terriblemente tentador, en el que daban ganas de zambullirse, ofrecía, además de su pecho ligeramente levantado, el dibujo del encaje de un sostén negro que ya tuve la suerte de ver de la tienda, ensalzando aún más esas tetas perfectas que tiene. El brillo de su piel en el escote, al igual que el de sus ojos y su sonrisa ladeada, indicaban esa seguridad que siempre le acompaña, sabiendo una vez más que iba pisando fuerte, sabedora de todo su potencial, que explotaba en un nuevo cruce de piernas enfundadas con esos pantys de sugerentes dibujos que habíamos comprado esa misma tarde, bajo la ceñida chaqueta, mostrando sus largas piernas y rematado todo con los famosos zapatos que tanto juego habían dado unas horas antes y que ella mecía, jugando a sacar ligeramente el talón.

- ¡Joder, Elena, ¡estás espectacular! - dije con total admiración y sinceridad.

- Gracias. - respondió halagada con su blanca sonrisa.

- No sé si conseguiremos el contrato, pero desde luego, ¡estoy seguro de que no olvidarán fácilmente esta negociación! - dije sentándome en el taburete frente a ella.

- Muchas gracias, Fernando, me alegra que te guste. Estuve probándome miles de modelitos...

- ¡Me encanta! - dije sin que acabara la frase, pues el atuendo era perfecto.

- En principio había pensado ponerme uno de los trajes de ejecutiva que me había traído, pero eso lo llevaré mañana, y como no tenía ningún vestido de cocktail he pensado que llevando solo esta chaqueta sin la falda puedo estar muy sexy, ¿no crees?

- ¿Bromeas? Tienes a todos babeando, dije moviendo mis ojos a mi alrededor invitándola a que lo comprobase, aunque ella parecía saberlo bien.

- Espero no haberme pasado para la primera toma de contacto, pero ya que es lo suficientemente larga para que me cubra lo imprescindible, pero a la vez insinúa bastante...

- Es perfecta, como tú. - dije pasando el dorso de mi mano por su mejilla.

- Eres un cielo, Fernando y me alegro por haber acertado.

Elena volvió a dar un pequeño ...