1. Merche y sus guarradas en el mercado


    Fecha: 11/02/2023, Categorías: Fetichismo Autor: Cerditoescritor, Fuente: TodoRelatos

    ... de aquel viejo asqueroso. Entonces Antoñito se giró poniendo la gorda polla en la cara de Merche.
    
    -Chupa mientras le voy dando sabor a tu almuerzo de hoy – le dijo con cara de puerco.
    
    -Que rico – contestó Merche agarrando la polla por la base para comenzar una mamada profunda.
    
    -Vamos a preparar una buena salsa – dijo el viejo pasando el vacío tupper al resto de cerdos para que cada uno contribuyera a la elaboración.
    
    Rachid fue el primero. Comenzó a carraspear su garganta y a soltar lapos verdes de mocos en el interior del tupper. Para terminar su contribución hurgando su nariz sacando una asquerosidad de cada boquete y dejándolas pegadas en el borde de aquel plástico. El gemelo José recogió el calabacín del suelo y con sus dedos a modo de paleta retiró la mierda de Merche pegada en él. Sacudió su dedo de forma que tres pegotes de mierda quedaron pegados en el fonde del plástico. Su hermano Miguel, al ver la asquerosidad que hacia su hermano, aprovechó la arcada que le producía aquella guarrería y quitando el tupper de las manos de su hermano, soltó una vomitona espesa como un puré en el interior.
    
    Antoñito comenzó a acelerar su respiración gracias a la mamada de la rubia. Merche se la tragaba entera abriendo el máximo su boca y tras unos cuantos golpes de garganta, la sacaba para pasear su lengua por toda la tranca, pasando por los cojones y detenerse en la raja del capullo, que cada vez más hinchado avisaba que se venía una lechada.
    
    Entonces el viejo paró de golpe dando una cachetada a la rubia que sonrió descojonada.
    
    -Primero la carne – dijo dándose la vuelta y pasando el tapper a las manos de Merche.
    
    Esta sólo tuvo que poner el plástico transparente bajo el culo del viejo a cierta distancia, para ella disfrutar de ver la guarrada que iba a producirse delante de su puta cara.
    
    -Toma almuerzo, cerda – dijo el viejo haciendo fuerza como si estuviera cagando.
    
    La primera costó trabajo. Pero cuando salió todas brotaron rápidamente detrás. Impregnadas de mierda por supuesto. Y tras la última una mierda pastosa siguió saliendo de aquel sucio ojete. No mucha pero suficiente cantidad como para apestar la sala. Entonces el viejo se dio la vuelta y ya traía su mano pajeando su gordo nabo. Gotas de baba salpicaban la cara de Merche que se limpiaba con su lengua hasta donde podía.
    
    Y sin dejar de machacarse la polla comenzó a brotar la lefa de Antoñito. Unos chorros cortos de espesa y grumosa lefa amarillenta cayeron sobre las albóndigas y otros sobre la capa que se formaba al fondo. Terminada la intensa corrida, el viejo se apretó el capullo sacando un último goterón espeso que pellizcándolo con sus dedos, lo sacudió quedando como guinda de aquel asqueroso regalo.
    
    La morcilla caía al suelo partida en dos impregnada de babas de coño y de mierda. Mientras sucedía todo esto, Tomás el pescadero se había bajado los pantalones y unos slips manchados de orín y de caca y se había tumbado al lado de Merche. Sabía que no aguantaría ...