1. Alberto


    Fecha: 31/01/2023, Categorías: Fetichismo Autor: ALSERRATO, Fuente: TodoRelatos

    ... si no por el riesgo a alguna enfermedad venérea.
    
    - ¿Desde cuándo no…?
    
    - ¿Follo? – dijo acabando la frase mirándole sonriente. Habían parado el coche en la esquina de Príncipe Vergara con la calle Alcalá. La mano de Alberto acariciaba nuevamente su muslo, subiendo rápida y veloz al punto donde se había detenido antes y llegando hasta su entrepierna, permitiendo Laura su acceso a la misma abriéndose ligeramente de piernas al separar los muslos lo justo para que Alberto introdujera su mano y acariciara su pubis y la pequeña abertura de su sexo por encima de las medias y el tanga. Laura gimió al notar como la tela de sus prendas se introducía en su interior empujada por la mano de ese chico. Dejó de frotar sus pies, separándolos después y haciendo lo mismo luego con las piernas. Quitando su masturbación de hoy hacia meses que nadie la tocaba.
    
    - Nueve meses – dijo cerrando los ojos gimiendo y echando el cuerpo hacia atrás.
    
    Poco a poco empezaba a excitarse y notaba como su vagina se humedecía. Excitada por las caricias que Alberto empezaba a hacer en su entrepierna, se preguntó si estaría mojándole la mano a pesar de las telas que separaban sus carnosos labios de los hábiles dedos del joven y supo que sí. Estaba totalmente empapada y él sonreía al notarlo.
    
    - Bueno… Yo llevaré un par de ellos. Así que podemos dejarlo en empate. – dijo sonriendo lascivo Alberto mirando al frente y sacando bruscamente la mano de su entrepierna.
    
    Arrancó el coche, dio un acelerón y pocos segundos después un frenazo en la calle de Menéndez Pelayo. Iluminado por una farola aparcó junto al Parque del retiro.
    
    Nada más parar, Laura se sentó normal en el asiento del coche y miró al joven. Fuera no pasaba nadie. El reloj marcaba las cuatro y cuarto.
    
    - ¿A qué coño esperas? – susurró Laura excitada y mirándole fijamente. – Ni sueñes que voy a esperar a llegar a casa para correrme.
    
    Sonriendo, Alberto llevo de nuevo su mano hasta la pierna de Laura, la cual ayudó al subirse el vestido hasta la cintura mostrando sus caderas, cubiertas por las medias con el tanga debajo cubriendo sus húmedas y calientes intimidades. Laura gimió notando la creciente humedad en su ropa interior mientras Alberto acariciaba la tela que cubría su intimidad cada vez más mojada.
    
    - Oh diablos…. – gimió Laura. –Aparta un segundo
    
    Alberto obedeció algo sorprendido. Laura estiro entonces las piernas hasta el fondo del hueco a sus pies, y llevándose las manos a la cintura se desprendió de las medias dejándolas junto a sus zapatos para después quitarse el tanga azul dejándolo en el mismo lugar.
    
    - Sigue…. Sigue por favor. – dijo reclinando el asiento hacia atrás y dejándose caer sin mirar a Alberto con los ojos cerrados y presa del placer.
    
    El chico, sonriendo, empezó a acariciar su sexo jugueteando con su rizado y moreno vello púbico antes de meter delicadamente sus dedos en el interior de Laura, que se encontraba ya lubricado de placer en extremo; primero uno, metiéndolo y ...
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