1. EL DETECTIVE PRIVADO. (21)


    Fecha: 29/07/2019, Categorías: Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... pasado con el desayuno y que lo pediría nuevamente. La médica que vino después no era tan agraciada y pregunté por laDoctora Adelina, me contestó que no sabía bien, pero que le habían dado tres días de licencia por el fallecimiento de un familiar.
    
    Eso, como que cerró el círculo, esperar por lo que podía pasar con la Doctora de color ya no era posible y activó mis ganas de pasar la convalecencia en casa. Después del almuerzo lo mandé a llamar al médico y le pedí que me diera el alta, primero se negó poniendo una serie de excusas, pero cuando se dio cuenta que la cosa pasaría a una discusión más seria en la que haría intervenir al Director de la Clínica, me hizo hacer una serie de análisis y me confirmó el alta para las últimas horas del día, me recetó lo que tenía que tomar, la pomada que debería usar y los antibióticos inyectables que debería colocarme.
    
    Habían sido tres días, dentro de todo, agradables, pero ya no aguantaba más el encierro.Andrea tardaba, ya se había pasado más de una hora y media de la hora en que normalmente debería aparecer y me mordía ante las ganas de llamarla, aunque opté por esperar. Finalmente apareció dos horas después de lo que se acostumbraba, el horario de visitas ya había pasado, sin embargo, no le pusieron trabas para ingresar y cuando lo hizo me pidió disculpas por la demora…
    
    “La ratita” no perdió tiempo ni necesito explicaciones, le brillaban los ojos y puso cara de pantera a punto de saltar cuando, después de trabar la puerta, se acercó a la cama soltándose el broche del jeans,“no te saques la ropa, no puedo hacer ningún esfuerzo, ni dejar que te subas a la cama” …“No importa, está todo bien, pero mover los dedos no creo que te joda la herida, sé adónde van a ir tus manos y con el jeans puesto no creo que puedas” …
    
    Nos reímos los dos con su salida y se puso de forma acelerada a su tarea pidiendo primero que le empujara la cabeza. Me gustaba eso deAndrea, su entrega mostraba todas las formas de la calentura, de la pasión, de la ternura e incluso del humor. Ayudada por la presión de mis manos en su cabeza pronto tocó mi pelvis con su nariz y la sacaba de su boca dejando fluir su saliva, los ojos le lagrimeaban, pero no dejaba de insistir, gozaba con ello y me hacía gozar a mí.
    
    Lo del empujón con las manos era sólo al principio y porque ella lo pedía, luego hacía todo sola y cada vez mejor, entonces solté mi mano izquierda, la otra quedó sólo apoyada en sus cabellos y con la de los dedos libres me ocupé de sus nalgas descubiertas y de su vagina empapada. Ella acomodaba sus caderas y rápidamente uno, dos y tres dedos jugaron con su agujero empapado mientras un cuarto acariciaba su clítoris. Hacía sonidos guturales producto de sus gemidos y trataba de exprimirme con los apretones de sus labios.
    
    ¿Cómo hacía, no tengo idea?, pero yo sentía moverse su lengua mientras se la tragaba toda y me otorgaba un placer extra. Una y dos veces fueron temblores y contracciones cortas y más que húmedas, hasta que ...
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