1. De este agua no beberé...


    Fecha: 18/12/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Rosa de los vientos, Fuente: TodoRelatos

    ... protector.
    
    — ¿Puedes esparcir la crema por la espalda cuñada? —a la vez que habla enseña el bote de crema de protección treinta
    
    —Hoy no hace sol a penas…
    
    —Este sol es el más peligroso, no sabes que te estás quemando.
    
    La jodida tiene soluciones para todo, así que de mala gana me sitúo de rodillas frente a ella y comienzo a recubrir de crema aquel cuerpecito suave y prieto. Empiezo por los hombros, la espalda alta, la baja, continuo por las piernas, intento evitar los cachetes del culo y cuando estoy esparciendo por la cara interna del muslo, ella abre las piernas como si estuviera invitándome… no sé por qué, pero estoy acalorada, como si la temperatura fuera de cuarenta grados y no corriera ni pizca de aire. Noto que la respiración se ha acelerado y es por eso que dejo la crema de golpe y me tumbo de nuevo en la toalla.
    
    Es una situación embarazosa, muy embarazosa. Me cuesta trabajo disimular el estado de agitación en el que estoy y por eso me tumbo boca abajo y hago como que quiero dormir…
    
    —Ahora te doy yo a ti…
    
    —No, tranquila, está bien, no te preocupes.
    
    —Que sí tonta, no me cuesta nada, además estas muy blanca y te puedes quemar.
    
    Sin esperar siquiera la contestación María se sitúa a un lado y al momento percibo el frío chorro de crema impactar contra la espalda, comienza a masajearla y esparcirla con suma meticulosidad, recorriendo cada rincón y volviendo de nuevo por donde ya había pasado. Tras varios minutos de magreos totalmente inapropiados e injustificados, sus manos saltan el trasero y noto un chorretón de crema sobre el muslo, su caricia se traslada de arriba abajo por una de las piernas y acto seguido pasa a la siguiente, siento el roce por la cara interna del muslo y todo mi cuerpo se estremece cuando uno de sus dedos roza el coño a través de la tela de la braga.
    
    .—No te molestes más María, ya es suficiente —me siento exaltada y violenta, no quiero que se entere del estado de agitación en el que estoy.
    
    —No es molestia tonta. Te voy a quitar la braga del bikini, no quiero que te haga marca.
    
    —No María, eso no…
    
    Pero antes siquiera de haber terminado la frase, ella ya está tirando de la braguita. En cuanto lo noto, intento reaccionar, pero antes de que pueda darme la vuelta ya tengo la braga en los tobillos. Rápidamente la sujeto y vuelvo a subírmela. Calor, siento mucho calor…
    
    — ¡Que haces! ¿Estás loca? —llegada a ese momento ya no podía disimular el estado en el que estaba
    
    —No seas antigua, en esta playa no hay nadie. Tienes la marca de la braga.
    
    Joder, joder, joder… ¿Qué está pasando? ¿Qué coño estoy haciendo? María está magreándome el culo con la excusa de la crema, y lo que es peor… cada nueva caricia, cada nuevo toquiteo, más perra me siento. No puedo creer que esté dejándome sobar por una cría de diecisiete años, una mocosa que para colmo es mi cuñada.
    
    .
    
    —Date la vuelta, voy a darte por delante, tienes las tetas muy blancas y necesitas mucha protección.
    
    —Por delante alcanzo yo, ...
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