1. De este agua no beberé...


    Fecha: 18/12/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Rosa de los vientos, Fuente: TodoRelatos

    ... cara, sonríe, acorta el espacio que nos separa y sus labios carnosos se ciernen sobre los míos. Me besa, despacio. Mi cuerpo reacciona de manera suave. El sexo con otra mujer me encanta, es natural, como una prolongación de mí misma. Todo es más suave, más tierno, todo es… diferente.
    
    Nos besamos, pierdo la noción del tiempo y el espacio. Por un segundo me despego de ella para hablar en su oído entre jadeos.
    
    —Me encantan tus tetitas… me vuelven loca.
    
    Esas palabras la encienden y vuelve a besarme, mientras nos besamos nos buscamos con las manos y caemos en algo que es más que un abrazo, tanto que nuestros rostros se enredan en uno solo, las respiraciones se funden y tan solo quedan dos bocas devorándose.
    
    Los labios de María se despegan de los míos y se apoya en la repisa. Sonríe, y apuntando con su mano indica donde quiere tenerme…
    
    —Quiero que bebas de mí… —murmura con determinación.
    
    Sus dos manos se posan en mi cabeza, yo me arrodillo frente a su silueta y comienzo a lamer el interior de sus muslos… primero uno, luego el otro, después acerco la boca a su sexo y quedo muy cerca, tan cerca que la respiración se impregna del aroma que emana. Noto su calor, su olor, la necesidad que tiene de ser tocada. Presiona la cabeza contra ella, pero yo me resisto, quiero que sufra, que le duela, que el deseo la consuma.
    
    María protesta en forma de sollozo. Abre las piernas y me invita, suplica que beba de ella. La lengua sale de su escondite y pasea entre los pliegues de su sexo, su estómago se contrae y sus manos se aferran con fuerza a mi cabeza. Dejo la lengua posada sobre el clítoris, inmóvil. Introduzco el dedo corazón por debajo, juega a impregnarse de su miel entre los pliegues de su coño y recorre la delicada línea del culo; lo acaricio suave, lento, disfrutando de su plenitud, sintiendo el contorno de sus curvas y el sedoso paso a la entrada trasera.
    
    Se estremece, sus piernas tiemblan y su sexo palpita como si tuviera vida propia. Inicio un suave movimiento con la lengua sobre su hinchado botón del placer, ahora sí que jadea, la guarrilla comienza a frotarse como una gata. Mis sentidos acaparan su sabor, su piel resbaladiza, su olor a sudor y sexo, la vista de sus caderas luchando por alargar la intensidad del roce. Ahora es el momento de introducir en su vagina el pulgar, el dedo se hunde en ella y se impregna de sus jugos. Ella pega mi cabeza contra su sexo, presiona y se tensa como la cuerda de una guitarra, acto seguido es el dedo corazón el que sodomiza su agujero más estrecho…
    
    El extremo placer comienza su viaje, se divide, se multiplica y su cuerpo se estira, tiembla y las vibraciones se trasmiten hasta la última terminación nerviosa. María colmada por dedos y lenguas explota, se retuerce e intenta acallar los gemidos tapando la boca, los espasmos se trasladan como ríos de sensaciones desde sus tres maravillosos puntos hasta el resto del cuerpo.
    
    Continúo follándola mientras su cuerpo tiene vida, mientras los ...