1. Daniela


    Fecha: 22/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... rizado, enmarañado, que casi llega a ocultar los anchos y levemente hinchados labios sexuales, del mismo color de los pezones. Su excitante culo, alto, redondeado, de buen tamaño, se continúa en unas preciosas largas piernas, torneadas, de muslos fuertes, musculados, verdaderamente atractivas.
    
    No es Pura una experta en materia sexual —
    
    en la Facultad tuve varios ligues, pero me duraron poco tiempo, yo tenía que estudiar, y mi novio del barrio era un caradura al que tuve que echar de mi lado
    
    — pero desde luego sí quiere ser estudiante aplicada, y en pocas sesiones hemos congeniado lo suficiente como para saber lo que a cada uno nos excita, nos gusta y nos da más placer. En ningún momento le he aceptado que me pague, y poco a poco hemos ido sedimentando una amistad, no sólo cimentada en el sexo.
    
    Pura y yo hemos logrado ser, probablemente sin darnos cuenta, lo más parecido a una pareja liberal de novios. Por supuesto, no hay dinero de por medio en nuestra relación, lo que al principio le supuso pensar demasiado en el asunto. Quedamos para comer o cenar o ir al cine —es muy aficionada al teatro— y siempre que ambos podemos —ella siempre tiene más trabajo que yo— follamos en su casa o en la mía, y nos quedamos a dormir juntos. Nos tenemos aprecio, confianza y amistad, también cariño, y el sexo es importante para los dos. No nos preguntamos mucho sobre la vida cotidiana que llevamos —sé por Dani que Pura sólo está conmigo y ni se le pasa por la cabeza buscarse una pareja distinta— simplemente vivimos un día detrás de otro. Nos va bien, y yo, desde luego, la necesito. No estoy hablando de amor, pero con el paso del tiempo se ha convertido en alguien muy importante en mi vida.
    
    Amparo,
    
    la viudita
    
    , la primera que me pagó por follar, sigue quedando conmigo. Viene a mi casa —ahora tengo tres pisos, en dos de ellos mantengo mi actividad laboral y el segundo es el que considero mi casa, en donde sólo recibo a dos mujeres, más amigas que clientes— y se ha soltado definitivamente. Tiene novio y con él practica sexo —así lo dice ella— pero con quien le gusta follar es conmigo, porque, además, encuentra placer añadido por el hecho de pagarme, le da confianza y seguridad, lo que manifiesta insultándome y exigiéndome posturas distintas y el uso de todo su cuerpo, lo que hace unos años, al principio de conocernos, era verdaderamente impensable.
    
    El culo es el actor principal del sexo con Amparo. En su día me costó que me lo diera —ella lo pedía e inmediatamente se arrepentía— aunque el argumento de que así no tendría miedo al embarazo me permitió vencer poco a poco sus miedos y follármela por el culo de manera bastante habitual. Le cogió gusto al asunto, se nota que es de esas mujeres —casi todas— que cuando se desinhiben de miedos y tabúes mal entendidos es capaz de gozar plenamente, de darle al sexo la verdadera dimensión que tiene desde un punto de vista físico y sicológico.
    
    Su deseable culo en forma de pera con nalgas grandes, fuertes y ...