1. Daniela


    Fecha: 22/07/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... primero acaricio apretando un poco los largos gruesos pezones, sin obtener ningún tipo de respuesta, ni positiva ni negativa, así que con la mano derecha sujeto la cabeza de Encarna, agarrando con la izquierda la media melena teñida de negro que lleva peinada con raya en medio. Sentirse sujeta del pelo parece ser que le gusta algo más, los ojos le hacen chiribitas de excitación y respira más fuerte. Pasados muchos minutos, cuando ya me falta poco para correrme, Encarna da un ronco grito que parece un rugido en voz baja, se echa hacia atrás, cierra los ojos y se corre durante muchos segundos sin dejar de tocarse en lo alto del coño. No sé muy bien qué hacer, así que no dejo de menearme la polla con la mano y me corro lanzando mis chorros de lefa hacia la cabeza de la mujer, quien recibe los impactos en la cara y el pelo, haciendo un gesto y ruidos de satisfacción, pasando después a restregarse mi leche como si se tratara de crema facial.
    
    Han entrado en la habitación las dos espectadoras y nos felicitan a ambos, besándonos en las mejillas. Pasa Encarna a un cuarto de baño y yo a otro para asearnos. Lo que aprovecha Matilde para decirme en voz muy baja que no me vaya, que me quede porque se ha puesto cachonda y quiere follar conmigo.
    
    Encarna me mira como si no me viera, simplemente le da a Pilar unos billetes para que me los dé al mismo tiempo que me advierte de que volveremos a quedar, siempre por su mediación y de la manera más discreta posible. Joder, son ¡veinticinco mil pesetas!
    
    Según me dice Matilde, le he gustado mucho a su amiga y el dinero también está comprando mi absoluto silencio y una total discreción.
    
    —Es una mujer importante, con mucho poder, además, es desprendida con su dinero
    
    En los poco más de diez años que estuvimos viéndonos Encarna y yo —un par de veces al mes— siempre me habló y pagó por mediación de alguna de sus amigas, una por lo menos siempre presente y mirándonos follar. El trato más personal realmente no pasó del hecho de beberse mi semen con fruición. Cuando el marido se tuvo que retirar de la política tras un escándalo financiero, ella se marchó a vivir a una ciudad de Andalucía con su hija y cortó por completo nuestra relación, no sin antes darme una bonita cantidad de dinero la última vez que se bebió mi leche de hombre.
    
    No he tenido problemas de salud a lo largo de mis años de vida profesional. El hecho de que me he movido en un círculo de mujeres no demasiado amplio —la mayoría de ellas ha llevado una vida sexual poco promiscua— y el uso habitual de preservativos en lo que ahora se dice prácticas de riesgo, han ayudado a ello. Una vez sí que necesité curarme una infección sexual transmitida por el marido, bastante putero él, de una de mis clientes menos habituales. Se dio cuenta Daniela, quien iba a ser, una tarde de las que vino a mi casa, y antes de ponerse a comerme la polla detectó un sarpullido, secreción y excesivo enrojecimiento de la piel. Inmediatamente me llevó a una médica conocida ...
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