1. Aromas de mi hija.


    Fecha: 01/11/2022, Categorías: Fetichismo Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... protuberante de sus labios vaginales hinchados y apretados por los leggins. De pronto su mirada se relajó y se echó a reír.
    
    —¡Mira lo que vengo a descubrir! … Mi padre oliendo y lamiendo mis bragas … ¡Válgame, Dios! …
    
    La tensa situación había de pronto desaparecido.
    
    —¿Has hecho alguna otra porquería? … ¿Te has masturbado con ellas? … mira que no quiero embadurnarme los dedos con tu semen …
    
    —Bueno … creo que tu lavadora está jodida … no tiene arreglo …
    
    Digo eso e inmediatamente me arrepiento. Qué respuesta más estúpida y absurda. Aún tengo sus bragas en mí mano y mi polla dura como palo.
    
    —¡Ah! … y yo preocupada por el ruido … pensé que te habías hecho daño …
    
    —Hija … no sé qué decir … vi tus bragas y me enceguecí … es mi debilidad … si tu madre estuviese viva podría confirmártelo … Bueno, quizás no hubiese sido algo muy liviano de explicar … pero hacía años que no lo hacía … bueno … lo hacía solo con tú madre y … y tú te pareces tanto a ella … eres hermosa y sensual como tú madre …
    
    —Papi, no te preocupes que tu secreto está seguro conmigo … quizás debería sentirme halagada al compararme con mamá … pero en parte todo esto es culpa mía … yo contribuí a que esto sucediera … pero jamás imagine encontrarte con mis bragas en tu nariz … en mi ropa sucia … ¿No te dan arcadas? … ¿No te da asco o nauseas? …
    
    —No … a decir la verdad, me gusta … por desgracia … pero no es nada de personal … no son específicamente tus bragas … pueden ser las de cualquier mujer …
    
    —Y, ¿En cual de mis bragas has encontrado un olor que te haya gustado más? …
    
    —En todas … la tanga roja … esas con líneas verticales … las maravillosas negras que tenían un poco de tus fluidos resecos … esas de Hello Kitty no encontré trazas de ti, no sé por qué …
    
    —¿Cuáles? … ¿Esas con la gatita? …
    
    —Sí, esas mismas …
    
    —¡Ah!, pero esas las cuido como hueso santo … son un regalo tuyo … cuando las uso me pongo una toallita higiénica para que no se destiñan … ¿sabes que la orina hace desteñir las bragas? …
    
    —Sí, lo sé …
    
    —¡Ah! … a propósito de orina … bueno … tu sabes … con mi embarazo, tengo frecuentes deseos de orinar y había venido a pedirte que me dejaras hacerlo …
    
    —Por supuesto, hija … ahora salgo …
    
    —¡Ah!, papi … y no te preocupes … no diré nada a nadie …
    
    —Gracias, hija … pero si se lo dices a alguien … di que estaba borracho …
    
    —¡Uy! … tengo un papá pervertido … ¡Qué divertido! … ja-ja-ja … ahora papi, ¿me dejas orinar? …
    
    —Pues cierto … sí, claro … vale … ahorita salgo …
    
    Sin más me dirigí a la puerta, pero dada la estrechez del cuarto, la lavadora medio desarmada, la pila de ropa de lavar, pasé junto a mi hija y mi verga endurecida tocó su cadera derecha, ella dio un respingo, no dijo nada, pero de que la sintió, la sintió. Yo me estremecí y casi me corro ipso facto. Ella se quedó allí en silencio e inmóvil, cómo pensando que hacer, luego se movió hacia adelante y cerró la puerta tras ella. Me quedé de pie junto a la puerta embobado.
    
    La ...
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