1. Aromas de mi hija.


    Fecha: 01/11/2022, Categorías: Fetichismo Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    Soy viudo, tengo cuarenta y dos años, vivo solo, soy mecánico y tengo un taller en el sector poniente de la ciudad, mi hija casada con un oficial de la marina vive en el sector oriente, me llama un día preocupada y me dice que se le echó a perder la lavadora y no sabe que hacer. Yo no entiendo nada de lavadoras, pero me comprometo para ir a verla y eventualmente llamar un técnico que la repare.
    
    Mi hija es un retrato hablado de mi fallecida mujer, debo admitir que me causa extraños sentimientos mixtos de amor paternal y amor carnal. No es muy alta, pero su cuerpo es armoniosamente hermoso, me dice que está embarazada de unas ocho semanas, no se ve nada de panza todavía, estoy contento por ella, pero me trae recuerdos de cuando mi mujer se embarazó de ella. Me pedía que la follara durante días enteros, estaba desatada como una ninfómana, gracias a mi juventud pude con ella sin problemas, fueron deliciosos momentos vividos con su madre. Ahora me pregunto si ella sentirá los mismos deseos de su madre y mi miembro revive bajo mis boxers.
    
    Por trabajo, su marido está ausente por largos periodos. Un día mientras almorzábamos a casa de ellos, le pregunté cómo era posible que dejara sola a una mujer tan linda como mi hija. Me respondió de que ella lo conoció como marino y una esposa de marino sabe como resolver todas esas situaciones, además, no la dejo totalmente sola, mi hermana se encarga de visitarla a menudo y para otras cosas, le traje desde el extranjero algunos juguetes que ella aprendió a usarlos rápidamente, se acercó a mi y me guiño un ojo.
    
    La posibilidad de que mi voluptuosa hija se desnudase y se masturbara con quizás cuales artilugios mecánicos, me llevaba irremediablemente a masturbarme como un poseído. Eran fantasías difíciles de controlar, la imagen de su pequeño coño peludo lleno de vergas azules, rojas o negras, con una mano frotando su clítoris, eran una estimulación muy potente para mí.
    
    Sé que tiene el coño peludo, porque la pasé a visitar una vez que me toco ir a dejar un vehículo apenas reparado cerca de donde ella vive, me abrió sorprendida, su marido ausente, llevaba la parte superior de un bikini y abajo un pareo de color claro y traslucido, la manta de vellos obscuros en su pelvis era claramente visible. Me sirvió un refresco, aproveché de pasar al baño y me fui de regreso a mi taller. Esa imagen suya con esa enredadera de vellos obscuros en su entrepierna me persiguió por algunos meses.
    
    Llegué ese sábado temprano a su casa, invariablemente estaba sola, me recibió vestida con unos ajustados leggins grises que enmarcaban todos los contornos regordetes de sus labios vaginales, inmediatamente subió la presión de mi pija en mis boxers ¡¡Pero es mi hija!! Así que con mucha fuerza de voluntad me controlé y ella me condujo al baño donde estaba situada la lavadora.
    
    La imagen de su coño embarazado se apoderó de mi mente y mi erección comenzó a darme molestia bajo mis pantalones, el bulto era más elocuente que mil ...
«1234...8»