1. Lucario, Koraidon y yo parte 3


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Zoofilia Autor: Rycbar231, Fuente: SexoSinTabues30

    ... alcohol y vimos unas películas clásicas. No soy un fiestero así que todos se fueron a medianoche, a mí me tocaba el turno de tarde mañana y Anubis descansaba, así que me podía desvelar.
    
    Reyalado se acostó en el sofá y nosotros encima suyo, yo acariciaba su cabeza y Lucario su muslo izquierdo, era la paz que merecíamos. Al estar un poco tomado, me quedé solamente en mis bóxers y encendí la televisión para pasar el tiempo. No prestaba atención al canal, los ronroneos de Koraidon llenaron el silencio de la habitación. En un momento sentí su garra acariciar mi estómago, él quería regresar el favor.
    
    Un momento sentí al dragón acomodar su cuerpo y escuché un pequeño chillido de Anubis, no le tomé importancia, está en un trance viendo el canal. Reyalado ahora bajó su garra y la metió dentro de mí bóxer, salté por sorpresa y lo volteé a ver. Tenía esa sonrisa pícara, yo quería regañarlo ya que Anubis estaba al otro lado, solo que esté último llamó mi atención.
    
    Al voltear a verlo, Lucario estaba algo sonrojado y respiraba de manera agitada, se estaba calentando por lo que hacía Reyalado. Enfoqué mi visión en Anubis, quién comenzó a jugar con la cloaca de Koraidon. Intercambiaba mi vista entre ambos, ahora no había culpas ni miedos de lastimar al otro, todos éramos cómplices de está escena.
    
    No tomó mucho para que el miembro de Koraidon saliera de su escondite y Lucario comenzó a masturbarlo suavemente. Sentí mi verga endurecerse y me levanté un poco para quitar la única prenda que me quedaba. Ya con acceso más fácil, Reyalado deslizaba su garra por todo mi tronco, su agarre era algo áspera así que le escupí en su palma para ayudar con la lubricación.
    
    Los tres deseábamos el toque del otro, aunque el trance en que estábamos era genial, necesitábamos ir más allá. Le pedí a Anubis que se acercará para comenzar a masturbarlo igualmente. Lucario estaba temblando por la falta de atención ajena, soltaba un par de jadeos. Al salir su miembro dejé que se acostará en la orilla del sofá y acerqué mi rostro para darle una mamada.
    
    Extrañaba el sabor salado de mi amante canino, con mi lengua recorría desde su base para luego tragar todo su miembro, me produjo una arcada leve, pero continúe con mi labor. Giraba mi cabeza para abarcar todos los lados de su verga, llegó un punto que su nudo salió y lo apreté con fuerza para ayudar en la estimulación.
    
    Reyalado detuvo mi sexo oral e hizo que levantará mi pierna por encima de mi cabeza. El dragón ahora tenía total acceso a mi hombría y, con todo y huevos, lo metió en su boca para saborear todo. El maldito tenía buena práctica, yo regresé a complacer a Anubis, quién ahora en su posición, fue a agarrar el largo pene de Koraidon y lo dirigió a su hocico, aunque solo logró meter la punta y comenzó a chupar como un biberón.
    
    Lucario se apoyaba en un brazo, mientras que con el otro acariciaba el largo falo del dragón. Koraidon chupada como si no hubiera mañana, de vez en cuando, le prestaba atención a mi hoyo ...
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