1. Lucario, Koraidon y yo parte 3


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Zoofilia Autor: Rycbar231, Fuente: SexoSinTabues30

    ... ese tipo de tratamiento con otro no lo haría con alguien más, hace tiempo sospechaba de que Lucario estaba enamorado de mí. Anubis se molestó con eso, dándome a entender que ese no era el problema. Así que comenzamos con nuestras típicas charlas profundas.
    
    En nuestra charla, entendí que él no quería interponerse si comenzaba a salir con alguien, después de todo él es un Pokémon y yo un humano, algún día encontraría a alguien que me complemente y él tendrá que dejarme ir. Eso me dolió y le dije que si él era quién me haría feliz lo aceptaría. Esto le sacó una sonrisa, aunque sabemos que nuestra relación es solo de amigos con beneficios o quizá más, pero no de enamorados.
    
    Sabiendo esto, me quedé pensando, ¿Cuál es la verdadera razón del comportamiento agresivo de Lucario?, quiero decir, pensé que él estaba celoso de que me acosté con Koraidon, ¿Por qué otra cosa se molestaría?, Entonces la epifanía cayó encima mío y le pregunté en seco: «Anubis, ¿Te gusta Reyalado?»
    
    Los grandes ojos perplejos, el rubor en su cara y su pelaje erizado confirmó mi intuición. Reyalado trataba de disimular su alegría, su cola se movía sin parar de la emoción, para poder escuchar la versión de Anubis. Bueno al menos interpretarla.
    
    Según lo que entendí todo empezó el día que me desmayé y la preocupación de Koraidon de ayudar ese día, dijo que le pareció lindo. Conforme vio el continuó cambio en su comportamiento, Anubis se sentía más atraído a él y cuando vió a Reyalado deprimido le dolía. No fue hasta que se transmitió el combate que comprendió lo que realmente sentía por Koraidon. Sin embargo, cuando regresó a casa para celebrar y quizá confesarse, nos encontró en esa situación.
    
    Anubis dijo que sentía una mezcla de sentimientos que lo torturaban, nos despreciaba a los dos, sin embargo nos quería de igual manera. Él sabía que no tenía derecho a tratarnos mal, después de todo, jamás se sinceró con nosotros de su enamoramiento. Oír eso nos sacó un par de lágrimas a los dos, le aseguré que siempre lo iba a amar, que es mí familia y que no lo volvería a lastimar, pero tiene que decirme cosas importantes como está para no lastimarlo.
    
    Nuevamente nos abrazamos y acaricié su cabeza, su respiración era tranquila y dejó salir un suspiro de alivio, ya no sentía un peso que lo carcomía. Cuando rompí el abrazo, le dije que los iba a dejar solos, que necesitaban hablar. Así que los dos salieron al patio, mientras yo seguía decorando.
    
    He de suponer que la conversación salió bien, porque cuando pasé a verlos, ambos se estaban dando besos esquimales. No los interrumpí, ese era su momento, me sentía feliz por los dos. Los invitados empezaron a llegar y yo los recibí diciendo que el invitado de honor había llegado temprano, que la sorpresa se arruinó y que la fiesta comenzaría en breve.
    
    La fiesta fue sencilla, mucha plática de cómo el mundo es diferente, que la región está cambiando mucho y bla, bla, bla. Jugamos un juego de baile en mí consola, bebimos algo de ...
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