1. Lucario, Koraidon y yo parte 3


    Fecha: 19/07/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Zoofilia Autor: Rycbar231, Fuente: SexoSinTabues30

    ... región y yo estaba más enfocado en mis alrededores y mis entrenamientos eran más fáciles de realizar, gané más masa muscular algo que jamás me llamó la atención, pero no voy a negar que me veía más sexy.
    
    Anubis notó mi mejoría física, en especial cuando la mayoría de mi ropa dejó de quedarme. Durante un tiempo me la pasaba solo en ropa interior para no sentirme muy sofocado en mis prendas, Lucario siempre se perdía en mi nueva musculatura y se sonrojaba cuando lo atrapada espiando. Para esté tiempo no habíamos tenido encuentros, así que solo dejé que él hiciera el primer paso.
    
    Igualmente Reyalado y yo no repetimos, creo que después de ver la reacción de Anubis y que nuestra curiosidad fue saciada, no nos urgía volver a revolcarnos. No obstante, algunas veces los encontraba en situaciones vergonzosas, a Lucario lo atrapé montando el dildo que le regalé mientras olía mis bóxers y Reyalado en su usual autofelación al mismo tiempo que su cola jugaba en las superficies de su ano, estoy casi seguro de que él no sabe que tenemos seguros en las puertas.
    
    Un día decidí realizar hacer una venta de garaje, me quería comprar ropa más grande y deshacerme de cosas viejas, gracias a la popularidad de Reyalado en las redes sociales, muchas personas de toda la región vinieron a comprar, aunque también puse un letrero de fotografías gratis en la compra de dos o más artículos.
    
    Esa venta fue un éxito y ya tenía lo suficiente para un nuevo guardarropa, no me interesaban esas marcas de ropa cara, me conformaba solo con la que era de las «Tres B» (Buena, Bonita y Barata). Mientras estaba comprando, me tomé la libertad de recoger unos ingredientes necesarios para una fiesta que estaba organizando y, con la ayuda de mi jefa, los guardé en el restaurante hasta que Anubis saliera para su próximo turno.
    
    Muy pocas veces no nos tocaba trabajar juntos, así que aproveché ese día para tener todo listo. Preparé sus bocadillos favoritos, inflé unos globos para adornar las paredes e hice un pastel de avena con bayas, me peleé un rato con Reyalado porque quería lamer las vasijas dónde tenía la mezcla.
    
    Ya casi tenía todo listo para la sorpresa de Anubis, solo que no todo salió como lo planeé. Lucario regresó temprano del trabajo, todavía los invitados no habían llegado, y se quedó sorprendido al ver las decoraciones. Sabiendo que no podía ocultar nada las palabras salieron solas de mi boca, «Feliz cumpleaños, Anubis», para luego que Reyalado lanzará un poco de confeti.
    
    Algo me decía que él mismo se había olvidado de su propio cumpleaños, no me sorprende con lo que ha estado ocurriendo en su cabeza. Al escuchar las palabras que le dije, algo dentro de Anubis se rompió y comenzó a llorar sin parar. Rápidamente nos acercamos a él y lo rodeamos con un abrazo dejando que se descargará todo en mi pecho. No voy a mentir, unas lágrimas también cayeron de mis ojos.
    
    Comencé con disculparme por tener sexo con Reyalado, no quería mentirle, que si le molestaba si le daba ...
«1234...8»