1. EL DETECTIVE PRIVADO. (9)


    Fecha: 17/07/2019, Categorías: Hetero Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... lealtad por el otro estaba y se manifestaba más en esos momentos y en otros en que me hacía sentir“su hombre”, yo entendía que pasaba porqueGloria me había“elegido” como tal y yo no quería ni iba a defraudarla. Mientras pensaba eso mis manos en sus caderas no se quedaban quietas y mis penetraciones no se detenían ni cambiaban su ritmo, haciendo que ese portento de mujer delirara de placer orgasmo tras orgasmos.
    
    No tuve necesidad de apuntar ni de hacer malabarismos, mi verga salió de ese lugar que hervía, se corrió un par de centímetros hacia arriba y bastó con que apoyara el glande en el hueco de su ano para que éste pareciera ser aspirado por una boca ceñida y estrecha que pronto se agrandaría. Pensé en lo que había sucedido conAndrea y comencé a entrar muy despacio, llevándole la contraria a lo que siempre pedía cuando me daba la cola.
    
    Fruncía sus músculos y temblaba tratando de tolerar sus sensaciones placenteras y ya con la mitad de mi miembro dentro de sus intestinos, tras unos segundos de quietud, le di un caderazo como para traspasarla. El grito fue tremendo y se acompañó de una risa histérica que el goce provocaba, desde ahí en más el ritmo que impuse fue frenético, ritmo al que ella se acopló sumando a sus gritos las contracciones y los temblores.
    
    No sé si fueron segundos o minutos, sólo sé que el placer nos envolvía como si estuviéramos rodeados de una burbuja, nadie más contaba y cuando llené lo profundo de sus tripas levantó su torso y me obligué a apretar sus tetas para sostenerla a la vez que apretaba mis dientes por el apretón que sus músculos anales le daban a un ariete casi suplicante.
    
    Ella se dejó caer de bruces nuevamente y la acompañé en ese recorrido, no hablaba, no emitía sonidos, su único movimiento se centraba en los apretones que me daban sus contracciones. Nos quedamos un rato así, hasta que ya recuperada, me habló:
    
    Demás está decir que, además del baño, las caricias y los besos, cuandoGloria se fue de casa acusaba una incipiente renguera producto de su culo destruido, porque en el baño primó más el sexo duro que tanto le gustaba. A mí también me quedaron molestias por la fricción ejercida, pero la satisfacción me conminaba a dejarlas de lado, entonces me cambié y salí a cenar, tenía ganas de“entrarle” a unas buenas pastas y la Trattoria que quedaba a dos cuadras de casa me ofrecía las mejores.
    
    Me“maté” con los agñolottis rellenos acompañados de un exquisito borgoña y la completé con un riquísimo café, quedé“pipón” y recuperé las calorías perdidas. Se había hecho casi la medianoche y no me daba para salir, mi cuerpo comenzaba a sentir las exigencias a que lo había sometido, además, los golpes del Sensei o las secuelas de los golpes se hacían sentir en toda mi humanidad, tenía la cama metida entre ceja y ceja y entré directo a cumplir con mi necesidad de descanso.
    
    Una hora después un zumbido molesto que parecía meterse en mis oídos, alteró mi sueño profundo, para colmo me había girado en la cama y el ...
«12...5678»