1. Los desafíos a los que me he sometido


    Fecha: 16/09/2022, Categorías: Fetichismo Autor: jg629, Fuente: TodoRelatos

    ... trabajar en el club de ese hombre, a Madalina le encantó la idea y se apuntó siempre que hubiera posibilidad de ir a trabajar a aquel club, en principio junto con otras cuatro chicas y por supuesto yo, íbamos todos los fines de semana desde el viernes al mediodía hasta el lunes por la mañana, para aquellas visitas Madalina estableció el siguiente desafío que consistía en atender a cuantas chicas trabajaban en el club (entre veinte y veinticinco) en todas sus necesidades fisiológicas y en el vaciado de todos los preservativos que se generaban en el local incluso los de los lunes a viernes que los guardaban para cuando llegábamos el viernes por la tarde, además los sábados, domingos y lunes por la mañana saldría al recinto exterior del establecimiento que se encontraba en una parcela completamente vallada y cerrada hasta primera hora de la tarde para limpiarla completamente de los excrementos que dejaban cuatro grandes perros que hacían de guardianes del establecimiento, por supuesto que la limpieza de los mismos consistía en la ingestión de los mismos siendo el peor día los sábados puesto que se encontraban acumulados los de toda la semana, me hubiera gustado decirle a Madalina que lo de los animales me parecía un poco excesivo, pero hacía mucho tiempo que ya no podía hablar y estaba abandonado a su caprichosa voluntad que parecía no tener límite en cuanto a perversidad y degradación hacia mi, cosa que en el fondo cuando pensaba en ello me producía una gran excitación.
    
    Además y como colofón de este desafío el segundo fin de semana Madalina me puso una jaula de castidad en mi pene, sobre todo al ver que en numerosas ocasiones lucía grandes erecciones, la mencionada jaula constaba de seis varillas que se alargaban desde la base del pene hasta la punta del glande con una longitud de unos doce centímetros y de un tubo hueco de quince centímetros de largo que se introducía en la uretra y se enroscaba en la punta de la jaula, una vez que estaba colocado todo en su sitio y procurando que el pene estuviera erecto entonces Madalina tiro de unas pequeñas anillas que tenía cada pieza y liberaron treinta y seis arpones de dos centímetros cada uno en la jaula y otros veinte similares en el tubo de la uretra, la disposición de dichos arpones inclinados hacia la punta del pene en ambos elementos, de tal manera que si se pretendía sacar la jaula junto con el tubo, los arpones de clavaban completamente haciendo imposible que se pudieran quitar y una vez clavados completamente si se producía una deflación la punta arponada también impedía que se pudieran desclavar, total que una vez que quedó puesto ya fué para siempre, a lo que Madalina comentó que ahora si que podría tener buenas erecciones.
    
    La jaula junto con el aro de mis testículos gusto mucho a las chicas del club y comentaban la suerte que tenía Madalina de poder disponer de un hombre al que podía hacer todo ese tipo de perrerías, y hablando de perrerías a los pocos días de ir al club, a Madalina como ...
«12...789...15»