1. Los desafíos a los que me he sometido


    Fecha: 16/09/2022, Categorías: Fetichismo Autor: jg629, Fuente: TodoRelatos

    ... cincuenta a cien, por la tarde al llegar a casa todos los dias las chicas me desclavaban las agujas y las volvían a poner en la caja para el día siguiente, a la vez que limpiaban con abundante alcohol tanto mi pene como mis testículos; la mayoría principalmente me usaban para orinar, aunque siempre había alguién que no se podía aguantar y me usaba para cagar, pero eran los menos, unos tres o cuatro al día.
    
    También había grupos de chavales jóvenes que se burlaban y cuando me usaban hacían gracias, muchos después de orinar permanecían con su polla dentro de mi boca empujando para adentro para que yo les hiciera una felación mientras todos se reían, a mi no me quedaba mas remedio que hacerles la felación y una vez que se corrian entonces probaban el resto del grupo, esa era la broma más habitual, pero luego había algunos que se pasaban un poco, hubo un grupo precisamente de rumanos que se presentaron con un cubo de playa y una vez que me usaron todos (eran dos chicos y tres chicas) para orinar sacaron del cubo varias medusas y me las clavaron con las agujas en mi pene y mis testículos y hasta que no llegamos a casa por la tarde las chicas no me las quitaron, eso me produjo una gran irritación e inflamación que me duró varios días, los testículos se revolvieron y los arpones clavados en ellos se movían sin parar y al igual que el pene super inflamado haciendo que las agujas diarias en ellos provocaran un dolor indescriptible, añadido a la continua exposición y burlas de todo tipo y sin parar de beber meados y comer mierda, hacía de este desafío el más duro hasta ahora.
    
    Durante los dos meses de playa hubo anécdotas de todo tipo, un día una mujer francesa que llevaba varios días usándome y fijándose y tocando la anilla de mi escroto al clavarme las agujas, le preguntó a Madalina que eran esos seis gruesos alambres que se introducían en mi escroto, y ella le contestó que eran unos arpones que estaban clavados de forma definitiva en mis testículos, a la mujer le gustó tanto la idea que pidió por favor que en la semana que le quedaba de vacaciones poder disponer de arpones o anzuelos como esos para poder ponérmelos ella misma, a lo que Madalina le dijo que sin ningún problema y al día siguiente además de la caja de las agujas había una segunda caja con unos veinte anzuelos grandes, cada día la mujer me ponía uno indistintamente en el glande, el pene o los testículos con la particularidad de que por las tardes cuando las chicas me quitaban las agujas no me quitaban los anzuelos y me los dejaron puestos hasta el último día de playa para ver si alguien más se animaba a ponerme alguno, cosa que sí que ocurrió varias veces hasta que los veinte estuvieron clavados en mis genitales.
    
    Se acababa el verano y durante ese tiempo Vali entabló amistad con el dueño de un club de alterne en el que también trabajaban algunas chicas rumanas y acordaron que los fines de semana y algunas fechas como puentes, festivos o días normales, algunas de sus chicas podrían ...
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