Los desafíos a los que me he sometido - Relatos Eróticos

Los desafíos a los que me he sometido

... decidieron que para estar todas las mañanas sin hacer nada en la casa, era mucho más apetecible ir a la playa todos los días hasta primera hora de la tarde que volverían para prepararse e ir a trabajar. Como chicas jóvenes y desinhibidas buscaron una playa nudista que se encontraba relativamente cerca y que principalmente era frecuentada por extranjeros, por su puesto que yo las acompañaría y el hecho de que fuera una playa nudista no me disgustaba porque así yo que ya no podía en absoluto vestirme pasaría totalmente desapercibido, bueno eso es lo que me imaginé al principio pero al pensar en la descomunal anilla de mis testículos la idea de pasar desapercibido se desvaneció por completo, y entonces Madalina dijo: “ya tengo el tercer desafío: nos vas a acompañar todos los días a la playa, pero como ya sabes que eres mi water y además tienes que ser el water de la gente que esté conmigo allá donde vaya, serás el water público de la playa, mañana mismo encargaré un gran letrero para ponerlo a tu lado todos los días para que la gente sepa cual es tu cometido.” Al día siguiente madrugó un poco y salió de casa, y cuando volvió y estábamos todos preparados para nuestro primer día de playa, nos enseñó el cartelón que había hecho para ponerlo siempre donde yo estuviera en la playa, el cartel decía así: “PLEASE DON´T PEE AND SHIT IN THE BEACH. IF YOU NEED A PUBLIC WC, HERE I AM, I´M YOUR PERSONAL WC IN THIS BEACH, PLEASE DO IT IN MY MOUTH AND I SWALLOW ALL OF IT. THEN IF YOU WANT, YOUR CAN TORTURE MY GENITALS WITH THIS NEEDLES, PLEASE PUT SAME OF THEM IN MY BALLS AND MY DICK. THANK YOU VERY MUCH.”

Estando todo listo nos dirigimos a la playa, durante los próximos dos meses al menos durante seis horas todos los días estaría ofreciendo mis servicios de water público a todo el que lo deseara, mi vida seguía cambiando a toda velocidad hacia la degradación absoluta, estaría dos meses haciendo de water de todo el que quisiera, totalmente expuesto públicamente a todo el mundo sin limitación alguna y con la posibilidad de que alguien me reconociera, al principio, los primeros días, la gente que pasaba cerca de donde yo estaba se paraban a leer el cartel y prácticamente todos sonreían y comentaban entre ellos, señalaban la anilla de los testículos y algunos miraban y tocaban las agujas de la caja que estaba junto al cartel, algunos se esperaban para ver si alguien me usaba, y al empezar a usarme, la gente se arremolinaba para ver cómo era eso y todos comentaban; a partir de ese momento el uso se volvió bastante continuo, muchos lo hacían para probar y a la mayoría parecía gustarle la experiencia porque los siguientes días volvían a repetir, lo de las agujas parece que también fué un éxito porque a pesar de que algunos no las usaban, la mayoría si que probaban y luego ya siempre repetían, incluso algunos no se conformaban con una o dos sino que ponian bastantes cada vez que me usaban, de tal manera que a los pocos días hubo que incrementar el número de agujas de ...