Los desafíos a los que me he sometido - Relatos Eróticos

Los desafíos a los que me he sometido

... huevos, entonces Vali que no dejaba de sorprenderme, cogió un aparato que resultó ser un soldador y con un electrodo para acero inoxidable soldó cada arpón a la anilla de estiramiento y a su vez los tornillos que cerraban el artilugio dejándolo totalmente puesto de una manera completamente irreversible, ahora entendía lo del desafío definitivo, y que a partir de ese momento mis testículos estarían completamente lacerados por seis arpones y con una presión constante sobre ellos de un kilo doscientos gramos estirando el escroto continuamente y con un dolor sobre todo en estos primeros momentos casi insoportable.

Pero eso no era todo, Madalina prosiguió: “Este desafío no acaba aquí, y también de una forma permanente y definitiva, mañana te vamos a extraer todas tus piezas dentales y extirpar tus cuerdas vocales, hay que ser prácticos, para lo que vas a comer por el resto de tus días ni falta que te hacen los dientes y las muelas, y además es conveniente que ya no vuelvas a hablar, los wáteres no hablan, también te vamos a hacer una depilación láser completa de todo el pelo de tu cuerpo, incluso cejas y pestañas, y te aplicaremos una especie de ácido diluido que provocará una ligera quemadura uniforme en toda tu piel para que nunca más pueda salir ningún pelo dejándola suave y tersa como la porcelana del mejor de los inodoros. Al día siguiente se cumplio exactamente todo lo que había anticipado Madalina, en apenas unos cuantos días mi vida había cambiado por completo y de una forma radical y definitiva, sin posibilidad de vuelta atrás, pero visto lo visto esto era solo el principio, algo me decía que acababa de empezar y que iría a más y más según fuera pasando el tiempo y mis límites poco a poco fueran desapareciendo, no obstante en lo más profundo de mi ser me sentía completamente excitado de comprobar hasta qué punto sería capaz de llegar y cuántas humillaciones cada vez más fuertes sería capaz de soportar.

El día a día era bastante rutinario, por las mañanas siempre estaba con las chicas y cuando estaba Vali, atendiendo a todos sus continuas necesidades fisiológicas y a medía tarde las chicas se preparaban para ir a trabajar y yo las acompañaba, después del segundo desafío, Madalina decidió que ya no tenía ningún sentido que fuera yo el que las llevara a trabajar, puesto que una de las chicas tenía carnet de conducir, y que por su puesto que yo sí que tenía que ir con ellas pero desnudo y en el maletero del coche y que precisamente a partir de ese momento yo siempre estaría desnudo y expuesto a cualquier sitio que tuviera que ir, de un plumazo se acabó para siempre la posibilidad de que me pudiera volver a poner algo de ropa.

Como bien había explicado Madalina, ellas eran de un entorno rural de Rumanía, es decir de la Europa continental, y por consiguiente el estar viviendo en Alicante les encantaba entre otras cosas por el clima mediterraneo, las playas, … …, precisamente a finales de junio y una vez que se pasaron las fiestas, ...