1. Los desafíos a los que me he sometido


    Fecha: 16/09/2022, Categorías: Fetichismo Autor: jg629, Fuente: TodoRelatos

    ... en un profundo pozo de depravación y lujuria del que ya no me importaba salir y en el que cada día que pasaba estaba más enamorado de Madalina por lo que estaba haciendo conmigo y hacia dónde me estaba llevando, nunca imaginé ni en el mejor de mis sueños que llegara a hacer lo que estaba haciendo y me emocionaba el pensar en todo lo que estaba por llegar de la mano de Madalina.
    
    Los días y las semanas pasaban, mi vida tenía una rutina muy intensa y a pesar de todo era feliz con mi situación en la más absoluta humillación y degradación, Madalina siempre tenía alguna sorpresa para mi dentro de mis vejatorias rutinas de ingesta continua de todo tipo de excrementos humanos y animales, y de la tortura ilimitada de mis genitales junto a la degradación más absoluta como persona.
    
    Un día cuando me estaba usando a media mañana, me dijo que en unos días nos íbamos de viaje a Rumanía porque se casaba una prima suya y había hablado con Vali y se iba a coger tres semanas de vacaciones, por supuesto que yo le acompañaría, solo quedaba solucionar el tema de cómo iba a viajar yo desnudo y con la jaula, los aros y las argollas que tenía colocados de forma definitiva, lo dejó en manos de Vali y sus contactos, ella confiaba plenamente en él, y efectivamente a los pocos días todo estaba solucionado, no se muy bien cómo lo consiguió pero fuimos en avión, ella con un pasaje de turista en cabina y yo en una gran caja para el transporte de perros de gran tamaño en la bodega del avión, una vez en Bucarest vino una tía suya a recogernos al aeropuerto y nos trasladamos a Galati, que es donde vivía su familia, más en concreto a Com. Schela Jud., que es una partida rural de Galati, una vez que llegamos a la casa al fin pude salir de la caja de transporte y me presentó a toda la familia, la casa estaba en una parcela de unos cuatro mil metros cuadrados y en la misma parcela había otra casa y una nave, me explicó que las casas en su día las construyó su abuelo para el y sus hijas, eran dos casas de campo de unos ciento veinte metros cada una casi contiguas separadas una de la otra por tan solo cinco o seis metros y justo entre las dos casas estaba la famosa letrina en una especie de caseta de madera, eran casas antiguas de campo sin ninguna comodidad tenían una especie de salón comedor estar amplio con una estufa de leña de obra, cuatro dormitorios y una cocina despensa, ambas casas compartían la letrina y un poco más alejada de las casas en una esquina de la parcela estaba la nave que tendría unos seiscientos metros cuadrados y albergaba una pequeña explotación ganadera como bastantes vecinos de la pedanía. Las casas las habitaban la madre de Madalina y sus tres tías y las hijas de estas con sus maridos, en total eran veinte personas; cuando llegamos estaban todos esperándonos, todos conocían a qué se dedicaba Madalina en España y en concreto habían preparado el viaje contando conmigo según las indicaciones de Madalina y con la estrecha colaboración de una de sus tías que ...
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