Terapia de grupo 10 - Relatos Eróticos

Terapia de grupo 10

... sincerado desde primera hora con ella… pero no ¿cómo iba a contarle todos sus demonios precisamente a la chica con la que le iba bien? Ahí estuvo poco hábil, más vale una vez colorado que veinte morado. Si alguna vez tuvo una oportunidad con Bárbara, tenía que habérsela jugado contándole la historia desde dentro y desde el primer momento. Ahora está cabreada con él porque a ella también le gustaba y se había hecho ilusiones. Está resentida porque para una vez que encuentra alguien que le atrae y el sentimiento es mutuo, viene su lado oscuro a darle una patada en el coño. Bárbara se ilusiona fácilmente pero no es tonta. Hay pocas mujeres policías que lo sean después de las dosis de realidad que se llevan en vena todos los días para casa. Sabe lo que hay estando con un adicto y más si es un compañero dispuesto a cruzar la línea para satisfacer sus monos.

Así que en lo personal la situación es más bien tensa aunque últimamente prefieren ignorarse, que ya hace bastante tiempo desde su asunto. Afortunadamente Bárbara sabe separar lo profesional de lo personal y es muy buena en lo suyo. Ningún tema de cama la distrae cuando se trata de su trabajo. Si puede echar una mano, la echará.

- ¿Que te escuece? - le pregunta tras haberlo hecho esperar el rato de rigor.

- Hola Bárbara, yo también me alegro de verte.

- Abrevia el cortejo que no estoy para perder el tiempo.

Pedro deposita tres bolsitas encima de la mesa.

- ¿Igual que las otras?

- Eso me gustaría que me dijeras, tienen la misma pinta y creo que proceden del mismo suministrador.

Ella las coge y las mira al trasluz. Hace un mohín y las deposita en una bandeja etiquetándolas.

- Parece el mismo producto: lo analizo y te digo algo.

- ¿Qué nivel de pureza tienen las otras muestras?

- Muy alto. Están poco cortadas y la coca es de muy buena calidad, otra cosa es el añadido, aunque sea irrisorio: Cafeína, Piracetam y algo más que no sé muy bien que puede ser, quizá tiza, en pequeñas proporciones, mal combinados y muy adulterados ¿A qué precio la venden?

- Al habitual.

- Pues están regalando jabugo a coste de jamón york. No es muy frecuente ¿Alguien que se está haciendo sitio en el mercado?

- ¿Una promoción dices? ¿Como si fuera el Carrefour?

- No lo sé: tú eres el que ves lo que se cuece ahí fuera.

- Es muy raro porque no se trata de alguien nuevo, la ofrecen los mismos. No sé qué está pasando pero voy a tratar de averiguarlo.

- Pues buena suerte. Mañana tienes los resultados.

Bárbara vuelve al ordenador y sigue con lo que estaba haciendo. La audiencia se ha terminado. No tiene sentido quedarse porque allí ya no hay nada que rascar. Lo dicho, lástima de oportunidad perdida, es lo que sigue pensando Pedro aunque ni él mismo quiera reconocerlo. Ya no hay palabras de cariño, ni gestos de complicidad, ni brillo de ojos al concertar una cita. “No te preocupes que voy a hacer mi trabajo pero lárgate y no me des la tabarra que me resulta incómodo verte ahí de ...