1. Terapia de grupo 10


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Grandes Relatos, Autor: ant5cont, Fuente: TodoRelatos

    ... su jefe es siempre un bien preciado, no suele prodigarse y menos con novatos. Hay que empezar por abajo, les esperan todavía semanas muy duras. Al menos se han dado cuenta de una cosa: a veces dan ganas de meterle a Pedro tres tiros por la espalda pero es cierto lo que se decía de él, que es el mejor. En un mes han aprendido más que en un año.
    
    Lo otro que se dice, que le pierden las mujeres y que si una yonki se le abre de piernas se lo lleva al huerto, todavía no lo han podido comprobar. Eso es porque Pedro se ha vuelto mucho más cuidadoso y selectivo. Todavía tiene alguna que otra novia a la que visita cuando ya no puede más, pero gracias a la terapia y a la ayuda de Carla, el sexo fácil y directo con mujeres que se dejan impresionar o que esperan algo de él se ha reducido bastante. Cría fama y échate a dormir, piensa mientras coge las tres bolsitas y se dirige al laboratorio de la policía. Basta un desliz para que todos te señalen, pero que haya conseguido controlar sus impulsos y al menos en apariencia esté superando su adicción, no parece importarle a nadie. Claro que para eso tendría que confiar en algún compañero y explicarse, cosa que él tampoco pone fácil. A los policías que superan problemas con el alcohol les dan palmaditas en la espalda, es algo como más asimilado y no es raro que encuentres apoyo y ayuda entre tus propios camaradas, pero el sexo es un estigma que no se ve como una adicción, es algo más sucio y oscuro, la gente no se te acerca por miedo a mancharse. Mierda de moral imponiéndose a la ética.
    
    Entra al laboratorio y se dirige a una oficina acristalada. Allí está Bárbara, que lo mira con malas pulgas. Otro muerto en el armario, piensa. Quizás otra oportunidad perdida. La ve detrás de una pantalla tecleando posiblemente algún informe. Ella también lo ha visto llegar y lo ignora deliberadamente. Sigue a lo suyo y contesta con un simple movimiento de cabeza a su saludo.
    
    Había un tiempo en que no lo hacía esperar y la sonrisa se pintaba en su cara cuando la visitaba. El tiempo en que estuvieron enrollados, un par de meses apenas. Él, recién divorciado; ella llevaba separada varios años. Se gustaron. Bárbara es bajita y ancha de caderas. Buenos pechos, muslos abundantes y labios voluptuosos. No está muy proporcionada y tampoco es una mujer guapa pero a Pedro le gustaba porque era muy fogosa en la cama y, aunque no pisaba calle, es una buena policía en su especialidad. Se entendían. Durante las semanas que estuvieron saliendo juntos Pedro tuvo algo parecido a una tregua en su adicción. Consiguió controlarla y rebajar la ansiedad que le provocaba. Era una oportunidad de salir de aquello y quizás de reconducir su vida. Pero duró poco. Lo que tardaron en enterarse en la comisaría de que estaban enrollados y en irle con el cuento a Bárbara, que cuando se enteró de que su nuevo novio compartía o había compartido cama con un buen puñado de chonis, delincuentes e incluso yonkis, cortó por lo sano.
    
    Quizás si Pedro se hubiera ...
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