Nueva cogida a la madre viuda de su amigo - Relatos Eróticos

Nueva cogida a la madre viuda de su amigo

... tercer orgasmo, comprobó como el joven la levanto para sacarle su polla del coño, viendo el tremendo boquete dejado, al tiempo, que, la acomodó boca abajo sobre sus propias manos, rodillas y pies. Y en aquella posición, como si fuera una autentica perra en celo, dirigió su tremendo falo y se lo clavó íntegramente.Oh mas no ooo me vas a matar ooo

El joven, estaba decidido a demostrar aquella mujer no solo su poderío, sino quien mandaba. En cada arremetida sacaba por completo su miembro, para volver a insertarlo lentamente hasta el fondo, viendo que casi desfallecía, apoyando sus brazos sobre la cama, quedando su cola empinada. En ese momento sintió como se inflaba el falo del joven. Pese a su estado de abatimiento, “supo que había llegado el momento”: ¡el joven se iba a venir!Intento reaccionar, decirle que no podía hacerlo dentro. Que estaba ovulando. Pero sus fuerzas la abandonaron, y ya su mente comenzó a imaginar cómo era inundada por aquel semental.

Mientras lo pensaba, sintió las primeras lechadas regar el interior de su vagina. Richard estaba como loco, y pese a saber las consecuencias, necesitaba descargar dentro de aquella mujer. Por ello, con gritos de autentico placer,comenzó a descargar su espeso y caliente semen en el interior de la madre de su mejor amigo. La intensidad, cantidad y temperatura de su semen, provocaron una convulsión en la mujer, que la llevó alcanzar su cuarto y último espasmo, quedando totalmente rendida.

Richard, aún tardo varios minutos en extraer su verga de la caliente e irritada panocha de aquella señora. Sofía sintió como aquel tremendo sable salía por fin de su interior. Aquel joven se había corrido copiosamente dentro de su vagina.

Mientras descansaba sobre la cama, se dio cuenta de la inflamación de su labios vaginales, que estaban casi a punto de ensangrentar. Mas sorprendida se quedó, al detectar como fluía parte del semen por sus labios vaginales.El amigo de su hijo se había deslechado dentro de ella.

-¡Oh Richard!. ¡Que locura! “Me has llenado mucho”. ¿te dije que no podías correrte dentro? Te dije que estaba ovulando. ¿Cómo se te ha ocurrido? ¿no te das cuenta de que puedes haberme embarazado?

El joven, pese a conocer las consecuencias, quiso mostrarse como el semental dominador y le respondió: ¿No creas que será el último polvo? Me voy a quedar toda la noche contigo, y en los días futuros, hasta que regrese tu hijo. Y, “pienso correrme dentro cada vez”.

La mujer lo miró sorprendida. Agotaba, sin tener fuerzas para contestarle, se dejó dormir plácidamente, viendo como el joven se dormía a su lado, abrazándola y durmiendo plácidamente toda la noche hasta la mañana siguiente.