La profesora de matemáticas 26 - Relatos Eróticos

La profesora de matemáticas 26

... anterior salió de Clara.

- ¡Hala! Y encima vas metiéndole mano por casa.

- Sí.

- Pues sí que te convenció la charla de que estaba mal lo que hacías.

- Bah. - Dijo algo displicente.

- Disfrutas de las dos mujeres de casa, menudo cabrón estás hecho. - Dijo sonriendo.

- Pero sólo te follo a ti.

- Por ahora.

- Contarte esto me ha sido morboso y estoy cachondo, ¿tú no?

- Yo también.

Clara le miró provocativa y se bajó el pantalón corto, tumbándose en la cama. Alberto sonrió y se regodeó en lo afortunado que era. Sacó su polla y le echó un polvo rápido a su hermana, confidente y amante.

Felipe salió del apartamento de Nati con sentimientos encontrados. Había disfrutado el esperado encuentro sexual con su nueva y atractiva profesora. Pero ahora debía de volver a casa y mirar a Carmen a la cara. Volvió a casa caminando pensativo.

- Hola, cariño. - Le recibió sonriente Carmen.

- Hola.

- ¿Cómo te ha ido en el instituto la faena?

- Bien.

- Trabajas mucho y debes relajarte. - Dijo sonriendo. - Esta noche quedarás relajado. Yo lo conseguiré.

Felipe se dejó hacer las atenciones de su pareja. Carmen le mamó la polla con fruición y jugueteó con sus pechos entre ella. Se rió divertida y cachonda y pasó a cabalgarle la polla deseosa. A ella también le gustaba esa polla. Le gustaba agradar a su pareja y ser complaciente. Llena de su semen se tumbó encima de él, besándole amorosamente y con las tetas rozando el pecho se quedó dormida. Felipe había disfrutado de las habilidades amorosas de Carmen y le costó más conciliar el sueño.

Nati durmió hondo aquella noche regodeándose en el polvo tan esperado con Felipe. Se levantó sonriente, se llevó su mano al coño donde había guardado el semen toda la noche y fue a ducharse. A media mañana se presentó en el despacho de dirección.

- Hola, Nati, no te esperaba. - Dijo Felipe algo sorprendido.

- Hola, me apetecía verte y decirte una cosa. - Dijo con voz melosa. - He venido al instituto con tu semen dentro de mi coño. Lo haré siempre que follemos. - Finalizando con una sonrisa provocativa.

- Eh, esto, muy bien.

- Adiós, veo que tienes mucho trabajo.

Salió del despacho contoneándose y Felipe se quedó mirándola. Ese día ni le molestaron las miradas de sus alumnos a sus encantos. Felipe se quedó obnubilado y con la polla engordando. Por la tarde se iba de escapada de fin de semana con Carmen.

El sábado por la noche tuvieron una agradable cena Carmen y Felipe en un recoleto y pequeño hotel de montaña. Carmen le miró y sonrió con dulzura haciendo acopio para hablar.

- Cariño, ¿todo te ve bien? Últimamente te veo un poco más tenso de lo normal. ¿Te dan mucho mal en el instituto?

Felipe conocía a su pareja y se esperaba una pregunta así. Más o menos tenía una respuesta preparada.

- Nada especial, cariño, de verdad. Será un poco el inicio de curso hasta que todo se pone en orden y va rodando.

- Bueno, si tú lo dices me quedo más tranquila. - Respondió ...