1. Valentina: Segunda parte


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Luis, Fuente: SexoSinTabues30

    ... olor a Valentina que en su blusa. Estaba fascinado. El olor debajo de la zona de su brazo aumentaba tan solo un poco, era maravilloso. Disfruté unos pocos minutos más con el corpiño y finalmente tomé sus bragas.
    
    La tibieza de la prenda era reconfortante en mi mano. Las vi por adelante y por detrás, por dentro y por fuera, no quería perder ningún detalle que pudiera encontrar. En la zona de la vagina, por dentro había una mancha casi imperceptible, de un blanco amarillento que apenas se notaba si se ponía atención, “probablemente restos de orina” pensé. Me acerqué poco a poco la prenda al rostro. Mi miembro estaba dan duro que casi dolía, palpitaba fuertemente. Pegué mi nariz a la parte frontal de las bragas, en la zona que cubriría al monte de venus. Aspiré y me llegó tenuemente lo que estaba anhelando, el olor más íntimo, el más privado, el más prohibido y el más auténtico de Valentina. Descendí un poco más, hasta la zona en donde, durante todo un día, su vagina había tenido contacto. Imaginar eso me voló la cabeza. Con las manos temblando violentamente sostuve la prenda cerca de mi nariz. El olor fue más intenso, fue increíble. Una mezcla perfecta y balanceada entre sudor, orina, jabón, su propia vagina y su propia esencia, ese era su olor central, esa era ella. No era un olor que en el imaginario popular con las reglas sociales pudiera considerarse agradable, sin embargo, era un olor perfecto, erótico, infantil, femenino, real, humano, sublime. Aspiré lo más que pude de él, lo aprecié como si fuera cada respiro fuera a ser la última bocanada de aire en mi vida, al mismo tiempo mi mano derecha masturbaba mi pene con un ritmo acelerado.
    
    Me arrodille en el suelo con un brazo sobre la cama, como si aquella prenda intima fuera una especie de ídolo al que estuviera adorando. Seguí respirandola, seguí respirando el olor de mi pequeña prima mientras me masturbaba. A punto de acabar, tomé el corpiño y descargué mi semen sobre él. No me había dado tiempo de voltearlo a su posición inicial, por lo que la corrida terminó en la parte interior. Con cuidado de no derramar nada volteé la prenda y la doblé antes de depositarla en el bote, después dejé la blusa y finalmente…
    
    Yo sería el encargado de lavar la ropa al final de la semana, no creía que mi prima se fuera a dar cuenta de que unas bragas sucias ya no estaban en el bote, y si sí lo hiciera, al final de la semana aparecerían de nuevo en su ropa limpia, no habría problema si me las llevaba para disfrutarlas un poco más durante un par de días.
    
    Rápidamente acomodé todo lo que había desacomodado, traté de dejar todo como lo había encontrado y salí rápidamente de la habitación, con mi tesoro en el bolsillo.
    
    ……………………………………….
    
    Cerré la llave del agua, sequé mi pelo con una toalla y mientras que con otra me envolví el cuerpo. Lentamente abrí la puerta y verifiqué que no hubiera nadie por el corredor. “Bien, vacío”, salí rápidamente del baño y entré a la habitación de Marisol, que en ese momento ...
«1...345...9»