1. Carolina, mi hija. – Segunda Parte y final.


    Fecha: 19/07/2022, Categorías: Incesto Lesbianas Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... los inflamados y empapados labios del coño de su tía, toco el clítoris erecto de ella y comprobó que su orgasmo estaba cerca. Tía Beatriz abrió sus ojos y vio a la nenita tocando su panocha, inmediatamente le vino a la cabeza una idea:
    
    —¿Quieres follar a tía Beatriz, cariño? … ¿Quieres correrte junto a mí, querida? …
    
    Acto seguido, se recostó de espalda sobre la cama y puso la mano de Carolina en el grueso consolador:
    
    —Fóllame, pequeña … folla a tía Bea … quiero que me hagas sentir rico, tesoro …
    
    Carolina en principio no sabía cómo hacerlo, pero comenzó el mete-saca rítmico e intenso, arrancando gemidos de lujuria en su tía y supo entonces de que lo estaba haciendo bien. Beatriz se dedicó a estimular sus senos y gozar de las placenteras sensaciones que le procuraba la inmensa verga de goma y las manitas de Carolina que magreaban sus inflamados labios y rozaban su clítoris que estaba a punto de explotar. Mientras se movía y contorsionaba sobre la cama, su mano alcanzó uno de los consoladores, instintivamente lo tomó y abrió los ojos viendo a su sobrinita acuclillada a su lado mientras follaba su coño, sin siquiera pensarlo puso una mano bajo sus nalgas y la levantó hasta colocarla sobre su pecho, luego la tiro sobre su rostro y comenzó a lamer su pequeña grieta, húmeda y ardiente, su lengua iba de su panocha a su pequeño ano enrojecido después de haber sido follado por primera vez, mojó el dildo en su boca y luego comenzó a pasearlo por el agujerito anal de la nena, Carolina le dio a entender lo que hacer al empujar su culito diminuto contra la verga de gel, Beatriz empujó suavemente y la pija ficticia penetro el anillo anal de la chicuela, por instantes Carolina gimió a alta voz, arqueó su espalda y empujo más hacia atrás, haciendo que la polla la penetrara profundamente. Beatriz procedió a follar el apretado culo de su sobrinita, mientras devoraba ardorosamente su panocha, la nena se volvió loca empujando y dando pequeños brincos y respingos, apretó sus glúteos en espasmódicas contracciones y Beatriz volvió a saborear los fluidos agridulces de la nena al correrse en su boca. Beatriz no logro contener su propio orgasmo y resoplando bestialmente, se corrió apretando sus muslos y encrespando sus pies en forma lujuriosa. Ambas mujeres se quedaron sin fuerzas con su coños colmados de pijas de goma.
    
    La noche transcurrió placida y tranquila, Beatriz envolvió a su sobrina en sus brazos y durmieron por horas. Cerca de las seis de la mañana, Beatriz se despertó sintiendo la succión de sus pezones por la apretada boca de su sobrina que asemejaba a bombas de vacío. Sus areolas estaban mojadas y sus pezones ya endurecidos por la estimulación, las manos de la pequeñas aferraban su teta, amasándola y apretándola, intentando de sacar leche de su tía, Beatriz puso una maternal mano sobre los cabellos de la nenita y esta supo que su tía se había despertado:
    
    —¿Me vas a follar ahora, tía? …
    
    —¿No te gustaría que desayunáramos primero, cariño? ...