1. Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 8


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... Además, mi falo palpita en mi pantalón porque aquella mueca de mamá sacando su lengua mientras echa su cabeza hacia mí es de lo más erótico que he visto nunca.
    
    Sugey se flexiona sobre mí, y con ella se vienen encima sus enormísimos pechos resguardados en el brutal escote, cuyas areolas se descubren un poco más.
    
    No sé por qué siento tanto hormigueo en mi pelvis si esto ya lo hemos hecho antes. Será que la presencia de Nacho ofrece un deje de morbo a la situación. Lo cierto es que me dejo hacer. Permito que el aliento de mamá se entierre en mi nariz. Incluso el aroma de su labial tinto me enloquece.
    
    Cierro mi boca, parpadeo un poco, y veo cómo aquella mujer madura de ojos azules y de pestañas negrísimas se aproxima a mi cara. Y la huelo. Su exquisito aliento que mana su cuerpo es tanto o más erótico que la fragancia de su perfume impregnado en el cuello.
    
    Y entonces veo su lengua completamente fuera de su boca. Una lengua lúbrica cuya punta moja el contorno de mi labio inferior. Noto su humedad recorriéndome el contorno de mi boca. Mis dedos se entrecierran con mayor fuerza con los suyos. Mamá pasa su lengua por mi labio inferior y luego repta la punta hasta el labio superior.
    
    Ambos resollamos. Yo estoy ansioso, muy caliente. Los deseos por abrir la boca y comerla a besos me está matando. Y mamá es una traviesa, porque tienta mis deseos cuando mete su lengua en su boca para volverla a mojar con su aliento y con su saliva. Al sacarla de nuevo intenta hundirse en mi boca cerrada. Lucha por separar mis propios labios pero recuerdo la orden de Nacho de no abrirlos y lucho para no hacerlo.
    
    Sugey empuja su lengua sobre mis labios cerrados, al tiempo que nuestras manos se entrelazan fuerte y mi falo no para de palpitar.
    
    —Pfff —oigo bufar a Nacho, que luego me dice—. Abre tu boca, muchacho, saca la lengua y juega con la de tu madre. Ambos jueguen con sus lenguas fuera de sus bocas. Quiero ver esa sucia interacción entre dos lenguas prohibidas tocándose, humedeciéndose.
    
    Mis plegarias han sido escuchadas. Por eso abro la boca y saco mi lengua con ansiedad. Mamá retrocede sólo unos centímetros para luego adherir la punta de su lengua con la mía y ambas se tocan. Nos repartimos nuestros propios fluidos bucales. Mamá aprieta sus manos sobre las mías y gime de repente “Hummm”, y yo serpenteo mi lengua a fin de adorar a la suya.
    
    Puedo imaginar las vistas de Nacho; una madre y su hijo jugando con sus lenguas, recogiendo sus fluidos y saliva la una con la otra. Un acto para el que el mundo entero podría resultar repulsivo, pero que para nosotros nos resulta excitante, sucio y cachondo.
    
    —Tito, sigue así, lamiendo la lengua de tu madre con la tuya, pero ahora quiero que metas tu mano extendida por la abertura de su vestido. Acaríciala. Me imagino que a estas alturas ya sabes cómo. Muéstrame qué tan sucio eres con mamá. Manoséala. Magréala. Frótale los muslos como si no fuera pecado que un hijo acaricie de esta forma tan obscena a su ...
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