1. Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 8


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... la miro a los ojos y le hago saber que todo está bien.
    
    En el fondo yo también querría saber desde cuándo… ¿será posible que lo haya abandonado por mí?
    
    —Está bien, Sugeyita —responde Nacho—, tranquilita, que ya habrá tiempo de aclarar eso. Mientras tanto… quiero que comience el show.
    
    Los ojos azules de mi madre me observan al instante. Noto que sus mejillas se ponen rojas y sus manos empiezan a sudar frío.
    
    —Me dijiste que yo tenía que estar tranquilo, má. Ahora yo mismo te hago la misma petición. Tranquila, todo estará bien.
    
    Nuevamente le acaricio la mejilla justo al tiempo en que un fuerte resuello de Nacho me hace volverme hasta él sólo para darme cuenta de que parece idiotizado por todo lo que mira. Esa forma tan demencial con que nos contempla me hace sentir muy incómodo.
    
    Y yo me siento como si mi madre y yo fuésemos un par de especímenes raros como esos que exhibían antes en los circos como número estelar. Y entiendo, por primera vez, que Nacho no sólo nos hizo ir a esa casa esta noche para poseer a mi madre delante de mí, sino para ser testigo por sí mismo de nuestra intimidad. Es evidente que en verdad siempre ha fantaseado él con este tipo de relaciones, y ahora quiere vernos interactuar. Quiere saber cómo es una pareja filial real.
    
    Y nos lo hace saber directamente, cuando nos dice:
    
    —Vamos, quiero verlos.
    
    —¿Qué? —pregunta mamá, dando otro sorbo largo a su copa de vino.
    
    —Ya nos estás viendo —intervengo yo.
    
    Nacho sonríe, tratándome de idiota con la mirada. Vuelve a rellenar la copa de mamá y nos dice:
    
    —Quiero verlos… de romance, sucios, amándose.
    
    Mamá toma otra vez un largo sorbo y sonríe, irónica:
    
    —Estás loco, Nacho. Esto no fue lo que quedamos.
    
    —Claro que sí, Sugeyita, justo esto fue lo que planeamos hacer.
    
    Mamá parece rabiosa. Como si no estuviera de acuerdo en aquello. Y se lo dice a su ex amante:
    
    —Ni loca, menos delante de ti.
    
    —¿Qué te pasa, Sugeyita? —la interrumpe Nacho, en modo engreído—. Cualquiera pensaría que estás sufriendo porque quieres que te folle delante de tu hijo… cuando a mí, lo que más morbo me ocasiona es verlos.
    
    —¿Vernos cómo? —pregunto ahora yo, con la boca seca.
    
    —En acción, claro.
    
    —¿Delante de ti? —le pregunto, aun si mamá ya me lo había anticipado desde antes.
    
    —Sí, pero quiero que todo sea de forma natural, como lo hacen cuando nadie los mira. Imaginen que no los observo. Quiero verlos… interactúen… quiero verlos amarse como lo hacen siempre… vamos…
    
    Yo, desde luego, amo amar a mi madre, acariciarla, besarla, frotarla, compartir nuestros sudores. Amo como nada en el mundo hacerle el amor. Sin embargo, esto es distinto. Siempre lo hicimos en nuestra intimidad, sin público, sin un ser perverso que nos mirara como lo hace ahora Nacho.
    
    —No es así de sencillo —le digo titubeando.
    
    Mi madre suspira hondo, con su mano libre echando las puntas de su rubio cabello en la espalda y vuelve a clavar sus ojos en Nacho.
    
    —¡No me importa! —exclama Nacho—. ...
«12...567...13»