1. Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 8


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... interés, pero luego se dirige a mamá, diciéndole:
    
    —¿Por qué no me lo dijiste antes, Sugeyita?
    
    —¿El qué? —responde ella, y yo no puedo dejar de pensar en lo obsceno que se ve con sus pechos casi salidos.
    
    —Lo tuyo, con tu hijo.
    
    Mamá aprieta mi mano, justo donde nos tenemos entrelazados, y responde:
    
    —Comprenderás que esto no es… algo que se pueda ir contando por allí. Nadie lo entendería. Todos me juzgarían. Me recriminarían. Esto es sucio para la sociedad. Es perverso. Es… un pecado que estamos cometiendo. Lo siento, Ignacio, pero no día decírtelo ni a ti ni a nadie.
    
    —Pero conmigo era diferente, Sugeyita. Yo no soy cualquier persona. Yo soy alguien con quien has compartido… muchas cosas. Conmigo… tú compartías todo…
    
    —Sólo compartía… momentos, Nacho… instantes, nada personal. Nada que pudiera poner en riesgo a mi familia.
    
    —A ver, Sugey, que conmigo compartías cama, fluidos, secretos… sudores… fetiches.
    
    —Ahora no, Nacho, por favor, que él esta aquí —Mamá sabe que escuchar sus intimidades me causarán daño, y sólo por eso me sienta bien que le diga a su ex amante que pare, que no es el momento para revelar cosas, porque yo estoy aquí, y ella no quiere lastimarme.
    
    Aun así, yo siento curiosidad. Quiero saber hasta dónde llegaron. Quiero saber qué tanto compartieron.
    
    —Conmigo compartías tus más oscuras fantasías, Sugeyita, y yo te las cumplía. Todas.
    
    —Nacho…
    
    —¿Por qué no me compartiste esta fantasía tuya, en particular, donde incluías a tu hijo?
    
    Mi pecho comienza a latir muy fuerte. Mamá suspira con dificultad. Y Nacho continúa:
    
    —¿Desde cuándo se te mojaba la concha imaginando que tu hijo te fornicaba, Sugey?
    
    —¡Por favor…! —mamá responde temblando, escandalizada.
    
    —¿Desde cuándo rondaba por tu cabeza ésta sucia y obscena fantasía en la cual tu primogénito, tu bebé (como lo llamas), carne de tu carne, sangre de tu sangre, te poseía hasta hacerte correr? Porque me imagino que tu bebé sabe hacerte correr, ¿verdad?
    
    —¡Nacho, basta! —responde ella, mientras yo me apresuro a defender mi honor, diciendo:
    
    —¡Claro que la hago correr, ¿verdad mamá?!
    
    Mas ninguno de los dos me hace caso, sino que continúan con sus reclamos:
    
    —¿Desde cuándo deseabas a tu hijo sexualmente y por qué nunca me lo dijiste, Sugey? ¿Es que jamás confiaste en mí?
    
    —¿Cómo voy a confiar en alguien que se hace amigo de mi cuñado y de mi marido sólo para meterse a mi casa?
    
    —¡Lo hice porque te desapareciste de mi vida! ¡Al principio no querías salir de mi cama, y te gustaba cómo te rebotaba los huevos en las nalgas! ¿Y de pronto, de buenas a primeras, me abandonas? ¿Te vas? ¿Sin ninguna explicación y nada? No me tomes por alguien que pretendía acosarte, ni mucho menos. Jamás pretendí hostigarte ni invadir la intimidad de tu hogar, sólo quería saber un por qué. ¿A caso fue cuando iniciaste tus aventuras sexuales con tu hijo que dejaste de verme?
    
    —¡NO VOY A HABLAR DE ESTO CONTIGO MÁS!
    
    —Mamá… tranquila, por favor —froto su mano, ...
«12...456...13»