1. Corrompiendo a mamá Libro II -- Cap. 8


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    ... tiene razón. Y entonces veo cómo mamá, haciendo gala de putez, escupe sobre el resto de polvo y con su larga uña vuelve a remover la mezcla.
    
    Son puros grumos el resultado de la mezcla, pero a ninguno de los tres nos importa. La degeneración en la que estamos hechos es tan fuerte que omitimos la realidad de la leche líquida y yo continúo con mi papel.
    
    —Hora de poner la leche en la teta —me ordena Nacho.
    
    Y yo, verdaderamente hambreado, vierto los grumos y los restos de polvo en el obeso pecho de mi madre. el pezón y su amplia areola quedan ocultos por la mezcla. Con mi mano acomodo todo para que no resbale y aprovecho para apretársela, para jugar con esa enormísima teta, hasta que de pronto mamá empieza a gemir y a decirme, con una voz vulgar:
    
    —¡Mámamela… hijo, Oh, sí mi amor… ordéñame… vamos… sácale la lechita a tu mami como cuando eras un bebé!
    
    —¡Joder! —exclama Nacho.
    
    Y yo me dejo ir a su pecho. Restriego mi boca en la punta y con mi lengua recojo la “leche” que me ofrece. El sabor dulzón de la mezcla me vuelve adicto a seguir mamando. Ella gime “Haaah… haaaah” jadea, “Hummmmhhhggg” se remueve en el sofá como si intentara contener un orgasmo.
    
    Y mientras yo me como su teta, se la muerdo sin consideración, la chupo, la absorbo, veo que Nacho se pone de pie, se acerca y advirtiéndome que no deje de mamarle la teta, se posiciona detrás de mamá y vierte un chorro de vino sobre la teta, diciendo:
    
    —Pues a falta de leche, vino tendrás. Anda, cabrón, traga teta de mami, traga, absolverla, muérdele el pezón.
    
    El chorro impacta en mi cara al tiempo que mamá lanza un “Ayyy”. Parte del fluido se hunde en su canalillo y moja el escote que aún resguarda la segunda teta.
    
    Entonces ella vuelve a removerse. Aprieta sus muslos. Intenta contener la humedad que se acumula en su vagina. Mi pene palpita. El hormigueo de mi glande es mayúsculo. Casi que no puedo entender por qué no me he eyaculado aún.
    
    De todos modos yo sigo mamándole la teta y de reojo veo cómo Nacho estruja la segunda teta de mi madre con fuerza. Y mamá está calientísima. Yo estoy ardiendo por dentro y por fuera. Mi falo está que revienta. Nacho mete la mano por debajo del escote y aprieta muy fuerte el pecho de mamá.
    
    —¡Ay síiiii! —grita mamá, y no sé si es porque le estoy absorbiendo su durísimo pezón, o porque Nacho le ha apretado muy fuerte su pecho.
    
    El caso es que el grito me hace incorporarme. Observo la mano larga y grueso del ex amante de mi madre apretando su teta y yo con la mirada le muestro mi incomodidad.
    
    —¿Te llenaste tan pronto de teta, bebote? —se burla de mí.
    
    —Quiero mamar la otra teta —le digo, exigiendo de esta forma que la deje de apretujar.
    
    —Vaya que eres envidioso, ¿eh, nenuco? No te conformas con una sola teta, sino que también quieres la otra, ¿eh? Pues está bien… también podrás mamarle la otra. Pero antes… me temo que antes la que está hambreada es mamá, ¿no es así, Sugeyita? Y ahora el bebé será quien le dé lechita para saciar su ...