1. MI ESPOSA UNA MUJER ARDIENTE


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: JAPACA, Fuente: SexoSinTabues30

    ... vestido de Marina había quedado tirado en el suelo. Mi esposa estaba desnuda, desnuda en la sala con otro hombre, yo estaba petrificado escondido, sin saber que hacer, por mi mente se repetía la escena que acaba de ver, una y otra vez.
    
    Un ruido me saco de aquel trance. Y enseguida otro y otro y otro más, eran pequeños gemidos, gemidos de placer, fue lo que pensé. Decidí acercarme y esos gemidos ya no eran tan pequeños como los que había escuchado antes, me asomé más.
    
    Lo que mis ojos vieron fue: Marina estaba en el sillón sentada con las piernas abiertas, Roberto tenía su cabeza entre sus piernas, el se movía desesperadamente, ella levantaba sus piernas dejándolas en el aire, recostada en el sillón acariciando los cabellos de Roberto, la luz de la luna entraba por la ventana dejando ver como sus senos bailaban y se movían al ritmo que Roberto succionaba su vagina, aquella escena duro no más de cinco minutos.
    
    Luego ella lentamente bajo las piernas cuando Roberto se retiró de su vagina, ella se incorporó y él se sentó en el sillón, ahora ella arrodillada en el suelo quedando sus nalgas a la vista se inclinaba para devolverle el favor a Roberto, moviendo frenéticamente su cabeza de arriba a abajo mientras le mamaba la verga a Roberto.
    
    Ella sujetaba su verga con ambas manos al tiempo que se podían escuchar, los ruidos de su boca cuando la verga de Roberto entraba y salía, por momentos dejaba de mamar y con ambas manos le realizaba caricias, para posteriormente volver a inclinar su cabeza y seguir su mamada.
    
    Mientras ella hacia esto, hubo momentos que se ahogaba con la verga de Roberto al querer introducirla más de lo que le cabía. Sus nalgas se movían al ritmo que su boca. El tiempo que hizo esto fue casi el doble de lo que Roberto había estado entre sus piernas.
    
    Ella se incorporó y se subió al sillón, limpiándose la boca con el antebrazo.
    
    – Casi me ahogo – Dijo ella, mientras reía con un tono de excitación.
    
    ¿Acaso no te acordabas de mí, se te olvidó el pasado? Dijo Roberto
    
    Y a continuación se subió sobre Roberto y pasando su mano por detrás de sus nalgas coloco la verga de Roberto a la entrada de su vagina y lentamente se sentó sobre ella haciendo que la penetrara hasta la raíz y cuando toco fondo ella soltó un gemido.
    
    Se quedó inmóvil unos segundos, y a continuación comenzó a moverse de arriba a abajo, arqueando la espalda. Roberto la tomo de la cintura y lentamente el movimiento fue incrementándose hasta que se podía escuchar el golpeteo de las nalgas de Marina contra las piernas de Roberto, los gemidos de Marina fueron constantes, unas veces fuertes y otros bajos.
    
    No me había percatado por estar observando aquella escena, que mi verga se había puesto dura, y una sensación de humedad sentí en mi pantalón, no comprendía mi actitud, pero me había excitado ver a mi mujer follando con su primo, era algo extraño.
    
    Los gemidos de Marina, eran gemidos de placer. Mi cabeza no procesaba al cien por ciento lo que ...
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