1. Amor de madre Vl


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: AlbertoXL, Fuente: TodoRelatos

    ... labor como una forma de salir adelante.
    
    Un par de noches antes había visitado un burdel. No estaba muy seguro de la categoría del antro que tanto nombraba uno de sus colegas de la abogacía, pero estaba claro que era un bar de putas, y él nunca se había sentido cómodo en esa clase de bares. El nombre escrito en letras luminosas prometía lo peor, pero el Lady’s resultó un local espacioso, con muebles muy nuevos y una iluminación agradablemente tenue. Tal vez por eso le impresionó tanto la irrupción de aquella joven vestida de rojo.
    
    Se mantuvo a una distancia tranquilizadora, fumando, apartada del enjambre de chicas golosas que en ese instante revoloteaban alrededor de un prometedor y tardío grupo de ejecutivos, David la evaluó con ojos de forense y llegó a conclusiones familiares, un metro setenta, sesenta kilos, cabello y ojos oscuros, raza blanca mediterránea, y un inquietante parecido con Tere. Llevaba el pelo más largo que la magrebí, y tenía los ojos más pequeños, los brazos más delgados, pero sintió ese mismo escalofrío cuando la vio venir de frente.
    
    — Ven conmigo, le dijo solamente, no te arrepentirás…
    
    David negó con la cabeza, pero justo en aquel momento recordó que los cangrejos no andan hacia atrás, sino de lado. David siempre se había comportado con las mujeres con todo el respeto y la dignidad que ellas merecían, pero a sus treinta y tres años David se preguntó qué tendría que ver la dignidad con la polla. La chica lo iba pidiendo, lo iba pidiendo a gritos, no había más que verla… Estaba bien entrenada, a pesar de su juventud había aprendido a adivinar qué querían exactamente sus clientes, porque le miraba exactamente con la indiferencia que él quería, no ronroneaba, ni le llamaba cariño, ni ponía morritos de viciosa. Era eso lo que le había hecho quedarse.
    
    Esperaba sentirse mal en algún momento, descubrir que había cometido un error, escuchar la voz dolida de su vieja moral al verse traicionada, arrepentirse, comprender que no tenía sentido sentirse atraído por una puta, por mucho que le gustara, por muy buena que estuviera, por muy bien que se lo hiciera. Esperaba que le ocurriera cualquiera de esas cosas, pero no le pasó nada, y esa noche su polla y su dignidad se divorciaron de mutuo acuerdo. Quería follársela, y no le importaba pagar para follársela.
    
    — ¿Cómo te llamas?
    
    — Elia.
    
    — No, me refiero a tu nombre de verdad.
    
    — ¡Ah! —ella se echó a reír, dejando ver su desordenada y amarillenta dentadura— Pues casi igual…, Aurelia.
    
    — Bien —asintió David con la cabeza, pensando que a aquella chica tan guapa le iría mejor si renunciara a la alegría durante su jornada laboral— Así me costará menos trabajo llamarte Elia.
    
    Ella volvió a cerrar los labios, pero los mantuvo curvados en una sonrisa traviesa que la favorecía mucho más. Su rostro evocaba una belleza tormentosa y nocturna, una inquietante perfección que se manifestaba con arrogancia en los rasgos donde suele asentarse el fracaso de la mayoría de mujeres: ...
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