1. Amor de madre Vl


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: AlbertoXL, Fuente: TodoRelatos

    ... la lona.
    
    — Por el televisor nos dieron una pasta —afirmó, comprendiendo que le traía sin cuidado que Ramón le llamase empollón o lo que le diera la gana. En el fondo no era más que un bravucón inofensivo, un pijo sin media hostia, y se asombró de haberle tenido miedo alguna vez.
    
    — Como me vuelvas a molestar, despídete de la moto —dijo, torciendo el gesto.
    
    Al chico le sorprendió no sentir necesidad de vengarse de aquel matón de pacotilla, ni siquiera le odiaba. En realidad, la indiferencia era la mejor forma de venganza. Ramón le sostuvo la mirada un segundo, durante el cual David tuvo la certeza de que sabía lo que él acababa de comprender. El caso es que Ramón ya no se reía, y que miró a Matías y a los demás como buscando una explicación. David no supo si Ramón llegó a encontrar una explicación, pero en sus ojos de no había ya ni rastro de desprecio, sólo perplejidad.
    
    Así que la primera derrota de Ramón fue la última, y a partir del segundo día pareció otra persona. No volvió a molestarle, le rehuía por sistema, y apenas volvió a dirigirle la palabra.
    
    Tras el plantón que Tere le había dado después de no aparecer por la discoteca dos meses atrás, se alegró de verla nada más traspasar la puerta de La Fuente. David había vuelto a romper la promesa que le había hecho a su madre sobre no volver al Ensanche, pero no había tenido opción, se pasaba el día pensando en ella, a todas horas, en casa, en clase, en el bus… No tenía hambre, y le costaba horrores conciliar el sueño. Si no hacía algo, iba a volverse loco.
    
    Tere estaba sentada al fondo de aquel bar abarrotado de humo, que no de gente. Junto a ella, alrededor de una mesa llena de botellas de cerveza vacías y ceniceros rebosantes de colillas, estaban Lina, el Chino y el Drácula. Al muchacho no le pareció la misma chica a que la había visto por primera vez en La Biblioteca y durante todo el verano: burlona, segura y radiante, la chica más guapa y fascinante que él hubiese conocido en su vida.
    
    Al contrario, Tere se parecía más a aquella otra chica triste que había encontrado en la puerta de los albergues de la beneficencia donde vivía. Una magrebí extremadamente delgada, cansada, descuidada y pálida que, sin embargo, sonrió con reconocimiento antes de que David pudiese acercarse a su mesa, se levantó, se abrió paso hasta él y le dio un tremendo abrazo.
    
    — ¡Gafitas! —exclamó con esa alegría que se siente al encontrarse con alguien a quien de verdad se echa de menos.
    
    David le preguntó si quería tomar una cerveza, y Tere volvió a sonreír, aceptó, se fueron a la barra, pidió dos cervezas y le preguntó qué hacía allí solo. El chico esquivó su pregunta, no le apetecía reconocer que había vuelto a buscarla a pesar del plantón que le había dado hacía dos meses.
    
    — ¿Qué tal estás?
    
    — Bien —respondió, aunque sus ojos esmeralda gritaban lo contrario.
    
    Mientras les servían las cervezas, a David se le ocurrió que podría decirle que estaba intentando encontrar alguien que le vendiera ...
«1234...12»