- - las hermanas de mi ex - la pequeña ii - Relatos Eróticos

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... cara para besarme, la deje con los últimos espasmos, fue un beso profundo, intenso y con muchísimas ganas, cuando terminamos, seguí follándola y estrujando sus tetas y pezones, con algunos cachetes en las tetas y en su cara.

Yo- Cuántas veces te has corrido, so puta.

Pepi- No lo sé, mi amo, pero muchas, desde que empezaste a pegarme en las tetas he ido teniendo un orgasmo tras otro y cuando me has pegado en la cara, creo que se han superpuesto y por supuesto mientras folladas mi culo, con el dolor y la molestia por la paliza que me has dado en el coño. Ha sido brutal, nunca creí que podría correrme tantas veces mientras me pegaban, insultaban y follaban en plan salvaje.

Solté una de sus piernas y colocándome en ese hueco acerque su cara a mi polla sentándome, baje su cabeza para que limpiase bien todos los bajos, primero se tragó mi polla y la estuvo chupando y rechupando, luego mis huevos y escroto, para volver a mi polla. Luego la solté, dejándola que se moviese un poco, para ponerse su camiseta y sus bragas, para abrazarse a mí y quedarnos tirados en el sofá dormitando, a la hora y pico la pedí un té y algo dulce para picar. Se fue a la cocina, preparo unos tes y unas pastas, los tomamos y la pregunte.

Yo- Que tal todo. Es nuestra última noche. ¿Como lo has visto?

Pepi- Bien, un poco duro algunas veces, pero bien, he descubierto cosas que no sabía de mí. Siempre que hacíamos el amor, mi marido y yo, aunque tuviese un orgasmo, que no eran ni parecidos a los que he tenido aquí, siempre tenía la sensación que falta algo, lo mismo que te pasa a ti con mis mamadas. Nunca he tenido dos seguidos, ni nunca me ha repetido polvo el mismo día y muy pocas veces el siguiente. Y vaya cuatro días que llevo contigo, no sé cómo mi hermana se ha separado de ti. Yo, aunque fueses el más cabrón y más vago del mundo, no dejaría que te marchases.

Yo- Gracias, pero ya sabes que esto serían 4 días, este ritmo no puede aguantarse mucho tiempo, he tenido que tomar una pastillita azul, porque veía que no aguantaba. Estás hecha una auténtica zorra, menudo putón, no le has hecho ascos a nada, esta noche lo mismo te sorprendo y me meo en tu boca, o mañana por la mañana, que amanezco con más ganas.

Pepi- Joder, y que placer te va a dar el mearme encima?

Yo- El placer es el de humillarte y ver lo zorra y guarra que eres, además si tienes alguna arcada, poder castigarte seriamente.

Pepi- Bueno trataré de hacerlo bien, pero por complacerte.

Yo- Cada rato que pasa veo que eres más sumisa y me pide el cuerpo castigarte más, a ver si encuentro tu límite, pero de momento vas sacando nota en casi todo. Te falta bastante en las mamadas, pero creo que cuando lo hagas mal, habrá que parar y darte una buena tanda de hostias. Tampoco hemos probado con cera caliente, ni los alfileres, ni las descargas eléctricas. Ya tampoco lo vamos a probar, porque todo deja marca y bastante tiempo.

Pepi- !!Uff!! Todo eso debe doler mucho, creo que son castigos muy ...