1. Ayudando a mi hijo I


    Fecha: 05/07/2019, Categorías: Incesto Autor: arfadax, Fuente: TodoRelatos

    ... estabas enfermo?"
    
    "Sí. ¿y qué?"
    
    “Solo finge al principio que te estoy lavando, pero esta vez sin jabón”.
    
    Con eso, me estiré y envolví mi mano alrededor del pene flácido de mi hijo. Sus ojos se abrieron y miró hacia abajo. Observo como los dedos de su madre sujetaban su polla.
    
    “Shhh… Shhh… Shhh… relájate. Deja que mamá se encargue.” Esas fueron las palabras que había usado tantas veces en el pasado. Alex respondió colapsando de nuevo en la cama.
    
    "Mamá. No."
    
    Pero no hizo ningún movimiento para detenerme.
    
    “Solo respira y relájate, cariño. Deja que la naturaleza se haga cargo” —susurré. Empecé un suave, gentil y lento movimiento, de ida y vuelta, apenas haciendo contacto con la superficie del pene de mi hijo.
    
    “Mamá, deberías parar. Detente antes de…”. La voz de Alex era pequeña y casi inexistente.
    
    "Shhh…", susurré mientras apretaba un poco mi agarre y tiraba del prepucio hacia atrás, exponiendo la cabezapúrpura de su pene por primera vez.
    
    "Ah! …" escapó de los labios de Alex y su polla dio un pequeño salto. Estaba funcionando, esa pequeña reacción me animó a acelerar el ritmo.
    
    Esperaba que su pene creciera; Esperaba que se alargara; Esperaba que se pusiera más dura. Lo que no esperaba era que se volviera más y más ancho. En un minuto, se había ensanchado tanto que mi pulgar y mi dedo medio no alcanzaban a tocarse. Y la cabeza morada, ahora completamente expuesta, era del tamaño de una berenjena, incluso más ancho que la base que tenía en mis manos.
    
    Otra cosa que no esperaba fue el efectohipnotizante que puso sobre mí. Hacía tanto tiempo que no tenía una polla dura en la mano que solo la mire y continúe con mi lenta paja de manera automática. Se sentía caliente, su dureza y el brillo del líquido preseminal que comenzaba a burbujear desde la punta me tenían suspendida en el tiempo. Habría permanecido más tiempo hipnotizada si no fuera por el sonido de la voz de mi hijo:
    
    “¡Mira, mamá! ¡Lo vez!"
    
    "¿Qué, Alex?" pregunté, tuve que despejar mi garganta por no haber pasado saliva en el último minuto. Había una mirada de dolor en los ojos de mi hijo y una expresión torturada y avergonzada en su rostro.
    
    "¡Observa! ¿No lo puedes ver? ¡La tengo muy corta!”
    
    Cuando volví a mirar su pene, con mi mano todavía haciendo pequeños movimientos de bombeo, lo primero que noté fue que un chorro de líquido preseminal se había derramado por el costado de su polla, empapando mi dedo índice y pulgar.
    
    Retiré mi mano, tal vez reaccioné demasiado rápido. Mi propia reacción me tomo por sorpresa. Otra sorpresa fue el aromaprofundo y embriagador de almizcle que había llenado el aire. Involuntariamente, inhalé profundamente bebiendo esa poción de feromonas masculinas que no había experimentado en mucho tiempo.
    
    “Todo sobre mí siempre ha estado mal, desde el momento en que nací. Y esto es lo mismo”.
    
    “Alex…” comencé. Miré su pene completamente erecto y tuve que admitir que si se veía un poco corto. Pero, un momento, su polla ...
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