Merche y sus guarradas en el psicólogo - Relatos Eróticos

Merche y sus guarradas en el psicólogo

... con un hilo de lefa colgando y resto de patas pegadas en la raja del capullo. Si bajaba su mirada, un hermoso culo le mostraba un ojete bien abierto, con mierda líquida resbalando por sus lados y una espesa masa blanca de lefa acompañada de otra masa amarillenta con unas antenas pegadas.

La joven Alba Marina, dando sus últimos estertores de placer, espatarrada totalmente en el suelo, se llevaba un dedo al culo y recogiendo una porción de aquello que salía de su culo, lo llevaba a su boca sin ser capaz de mirarlo, pero deseosa de saborearlo de forma lujuriosa.

Un sonoro golpe de algo pesado al caer al suelo les hizo dirigir la mirada hacia la puerta del baño. En el suelo, cual largo era, el novio de Alba Marina se encontraba tirado en el suelo desmayado de la impresión de lo que acababa de ver. A un lado un ramo de rosas; al otro unos papeles con el encabezamiento de “Contrato de alquiler”.

Merche, la asquerosa rubia, con los dientes marrones de mierda, sus tetas resbalosas de pringue asquerosa y el coño relleno de vómito de cereales, se limitó a decir:

-Que firme el contrato cuando se despierte que el local merece la pena…