1. Merche y sus guarradas en el psicólogo


    Fecha: 04/05/2022, Categorías: Fetichismo Autor: Cerditoescritor, Fuente: TodoRelatos

    ... forma descontrolada.
    
    Merche de rodillas, chupaba a fondo el culo del viejo lo que le permitía la rapidez con la que aquel macho follaba a la morena. Pero alternaba agachando su cuerpo para alcanzar los hermosos pies de la psicóloga y chupetearle los dedos dejándolos impregnados de saliva. Esto ayudó a la morena a llegar al máximo de placer de forma que comenzó a correrse irremediablemente.
    
    -Ahhh que gusto, que me hacéis cabrones. Ahhhh que me corro, ahhh – gritaba sin control.
    
    La corrida de la hembra llevó a la corrida del viejo que metiendo un pollazo lo más al fondo posible, se paró gritando:
    
    -Tomaaaaaaa perra. Leche caliente, ahhhhh me corro de gusto.
    
    Fueron cinco o seis trallazos de lefa hirviendo las que inundaron el coño de la morena. Lentamente el viejo sacó su polla aún gorda y brillante de babas del coño y se dejó caer al lado de la hembra recién follada.
    
    Merche dudó si dirigirse a la polla morcillona que empezaba a curvar su cabeza pero que la invitaba a limpiarla, o dirigirse al coño baboso que se le ofrecía abierto de par en par y que empezaba a dejar escapar una masa blanca. Se lanzó sobre el coño. Un lengüetazo sirvió como descarga eléctrica a la morena que ensimismada empezaba a relajarse dejando caer su cuerpo en el colchón. Rápidamente volvió a ponerse a cuatro patas y a poner su coño en alto para facilitar a Merche la limpieza.
    
    La lengua de la rubia penetraba y a modo de cuchara recogía el semen espeso del viejo. Lo deleitaba y repetía. Cada vez más profundo buscando todo el contenido derramado por Don Andrés. A la vez su dedo penetraba analmente a la morena facilitado por el trabajo previo del viejo.
    
    -Voy a mear guarra – dijo Don Andrés incorporando su cuerpo despacio mientras sujetaba su polla y con el dedo índice de su otra mano se apretaba el capullo y sacaba un hermoso goterón espeso de lefa y se lo llevaba a Merche a la boca.
    
    Don Andrés abrió el baño y un olor asqueroso llegó de su interior.
    
    -Está atascado, se me olvidó comentárselo a tu novio Alba. Hay que hacer un pequeño arreglo – dijo el viejo desde el interior.
    
    -Corre vente – dijo Merche dando una nalgada en el culo de la morena y ayudando a ésta a incorporarse.
    
    Al asomarse al quicio de la puerta, las hembras vieron al viejo plantado delante de la taza del váter agarrando su gordo nabo bien descapullado.
    
    Merche entró rápidamente tirando de la mano de Alba, que llevando su mano a la nariz con claro gesto de asco, no entraba con la misma decisión que demostraba la rubia. La rubia se asomó a la taza. Allí en un fondo líquido amarillento y fétido, asomaba una mierda, que mitad sumergida mitad al exterior, era la culpable del asqueroso olor. Sobre ella, una pequeña cucaracha abandonada por sus congéneres la recorría una y otra vez sin encontrar la salida por las resbalosas paredes de la taza.
    
    Merche con cara de alegría se arrodilló junto a la taza. Metió un dedo y a modo de pellizco, se llevó en el dedo una pequeña porción marrón y ...
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