1. Merche y sus guarradas en el psicólogo


    Fecha: 04/05/2022, Categorías: Fetichismo Autor: Cerditoescritor, Fuente: TodoRelatos

    Esa mañana Merche no tenía que acudir al trabajo. Hacía 15 días que tenía cita en una psicóloga que le habían recomendado. Alba Marina, una chica joven con su consulta recién abierta. Pensó que una mujer y joven se escandalizaría menos de sus guarras confesiones. Mejor que un viejo de esos de chaqueta y corbata de cara de salido que seguro que se haría una paja escuchándola y ella no tendría más remedio que agacharse a mamarle la polla. Definitivamente, con la chica sería mejor.
    
    Llegó muy temprano. Su cita era a las 9,00 de la mañana, pero ya llevaba un cuarto de hora sentada en la sala de espera. En el colmo de la mala suerte, sólo un viejo maduro la acompañaba en aquella habitación.
    
    El viejo vestía unas bermudas celestes mostrando unas piernas gordas y peludas. Sandalias de cuero que dejaban ver unos dedos de uñas perfectamente cortadas. Camisa estampada de marca, abierta enseñando su pecho peludo de pelos canosos y una gorda cadena de oro. Aquel individuo tenía que ser de buena posición. Una mirada sucia le dejaba claro a Merche que era un viejo salido. No pudo evitar que una vez más, el coño le mandara una señal en forma de goterones de baba, avisando que empezaba a calentarse. Merche pensó que quizás estaba allí como ella, para plantearse si los que padecían esa lujuria desenfrenada tenían cura, si es que acaso aquella calentura era una enfermedad.
    
    -Según me cuentas, Merche, veo que lo tuyo es un caso de ninfomanía, quizás extrema, pero algo que no creo que no tenga solución – dijo la joven Alba.
    
    La rubia sonrió ante tan rápida y para ella, errónea conclusión. Aprovechó para fijarse bien en la chica que tenía delante. Una morena de hermosos ojos negros. Unos 25 años según le dijeron. Vestía conjunto de falda y chaqueta negra con una blanca camisa abotonada lo justo para tapar dos tetazas que se intuían de buen tamaño.
    
    -Yo creo que con unas tres sesiones estas perfectamente – dijo la chica insistiendo en su errónea análisis.
    
    Hoy desde luego no iba a ser la primera sesión. Ya la chica había avisado a Merche que la cita sería una simple toma de contacto. Poco tiempo. Hoy tenía que ver un local cercano para su posible alquiler. Más propio que un piso, pensaba su novio. Más caro también, pero gracias a él que la ayudaba económicamente en el proyecto, el mismo se podría conseguir. Su pareja, con sus estudios de empresario, planteaba un cambio radical de aquel pequeño despacho en un piso a toda una empresa con varios empleados. Pero lo primero era encontrar el local ideal.
    
    -Don Andrés, cuando usted quiera nos vamos – dijo la chica al viejo que permanecía sentado en la recepción. El viejo controlaba con su mirada a las dos mujeres que acababan de salir del despacho y permanecían de pie frente a él.
    
    Por un lado la rubia que hace unos minutos compartía sala de espera a su lado. Era un experto en distinguir guarras y esta lo era. Los diez minutos de charla que tuvo con ella le bastó para deducir que aquella hembra estaba ...
«1234...7»