1. La Doncella (IX): El Infierno


    Fecha: 03/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Baron Ashler, Fuente: TodoRelatos

    ... practicando guerra de guerrillas contra el invasor.
    
    Cuando huimos a toda prisa de la torre no sabíamos nada. Justo el día anterior el grueso de las fuerzas invasoras habían desembarcado en una bahía cercana. Cercana a la torre y al valle, pero la más alejada de sus puertos. Han atacado justo donde no se esperaba. Comenzaron a invadir el reino de norte a sur. Pillados por la espalda, los soldados de la reina perdieron terreno hasta que lograron reorganizarse. El gran río verde es ahora la trinchera que separa a las dos fuerzas. Nosotros estamos tras las líneas enemigas.
    
    Los sarracenos parece que no quieren avanzar más. Están usando esta tierra, eso sí, como fuente de esclavos y esclavas. En todos los pueblos y aldeas la gente vive con terror. Saben que cualquier día puede aparecer un grupo de soldados y secuestrar a todo el que encuentren. Los hombres y las mujeres serán esclavos/esclavas de trabajo, las doncellas serán carne fresca para los harenes. Nuestras principales acciones han sido ataques por sorpresa a las caravanas de prisioneros, liberándolos y facilitándoles la huida a la zona cristiana.
    
    Cuando yo salí de su país el sultán estaba muy enfermo. Se dice que él sigue más muerto que vivo pero, a falta de su hijo Alí, es su última esposa la que dirige la guerra. Se dice que es una mujer con poderes diabólicos a la que todos han empezado a llamar “La Sultana”.
    
    **************************************************************
    
    Horas centrales del día, senda solitaria, lejos de todas partes. La tierra seca del camino está flanqueada por arbustos espinosos. A un lado del camino hay una pared irregular de piedra y tierra.
    
    Una ardilla observa a la comitiva desde uno de los escasos árboles del paisaje. Delante van dos soldados de piel oscura, uniforme todavía más oscuro, turbantes azules, alfanjes dorados y caballos blancos. Detrás de ellos un par de mulas enjaezadas como si fueran a tirar de un carro caminan sin parar en línea recta.
    
    Las mulas no tiran de un carro, del eje de madera que arrastran cuelgan dos tiras largas de cuero. Esas tiras forman dos largas cadenas de casi cuarenta pies. Una tira se une a otra, después a otra, después a otra…
    
    Unidas a esas tiran, caminan como pueden un grupo de personas, de cautivos. Los infelices, hombres y mujeres llevan las manos sujetas por grilletes de hierro en forma de ocho. Esos grilletes fueron atados a las tiras de cuero. Las víctimas en estas condiciones sólo pueden caminar. Aunque lloren, aunque caigan, las mulas no pararán.
    
    Tras el penoso grupo de prisioneros, un pelotón de seis soldados más cabalgan al paso cerrando la comitiva. El que parece el jefe recorre la fila hacia adelante y hacia atrás aprovechando la superior velocidad de su corcel. Lleva un látigo en la mano. Justo hace un momento uno de los prisioneros suplicó agua recibiendo un sonoro latigazo.
    
    El grupo llega lentamente a un recodo del camino. El hombre al mando golpea el suelo con su látigo en el suelo ...
«12...678...11»