1. A mi madrastra le gustan las nalgadas


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Incesto Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... no seas puto, más fuerte.
    
    Me enojó su insistencia y empiezo a pegarle con más fuerza, sonaban los golpes de cada palmada. Empezaba a sentir dolor pero le encantaba y pedía más, mientras se masturbaba con fuerza. No resisto más y meto mi cara entre sus nalgas y empiezo a pasar la lengua sobre su ano. Ella grita con cada lengüetazo hasta que acaba con fuerza sobre su mano, el líquido se escurre sobre la cama.
    
    No sé de qué forma terminé desnudo y con el pene erecto, pero así estaba. Me lanzo sobre ella para meterlo en sus entrañas, pero me detiene. Toma el pene con la mano y me dice
    
    -No, ahora no. Quiero que sigas excitado, lo quiero tocar así duro.
    
    Su deseo no dura mucho tiempo, acaricia el pene con su mano unas pocas veces y acabo en su mano, un chorro de leche cae en varias cuotas, ello lo miraba fascinada. Se empieza a reír a carcajadas, no podía parar, me desafiaba con su risa, la tiro con fuerza sobre la cama y ríe más fuerte, la pongo boca abajo y le empiezo a pegar en el culo para que no se ría más, pero ella pedía más, un dolor la excitaba. Esta vez no le hice caso, no pude parar y como un animal se la metí en el culo, por la violencia parecía que la estaba violando, pero quería más era insaciable.
    
    Cogimos los tres días que estuvimos solos y desnudos por la casa, azotarle el culo se hizo una rutina antes de metérsela en todos los agujeros posibles. Se acostumbró a unas paletas de madera de ping pong, le quedaban marcados los pequeños cuadraditos en las nalgas de la goma que reviste las paletas.
    
    Después que volvió mi padre del viaje nosotros seguimos haciendo lo mismo a escondidas, lo que nos excita más, siempre algún dedo juguetón termina en su culo cuando mi padre nos da la espalda y puede ser en cualquier lado, en casa, en el supermercado o en la iglesia, no lo podemos evitar, vivimos en pecado, un pecado que nos alimenta y nos consume.
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