1. A mi madrastra le gustan las nalgadas


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Incesto Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    Conocen una familia aburrida, si no conocen una le describo la mía, ojalá que no se aburran.
    
    Somos cinco en la familia, mis padres y dos hermanas, en realidad somos una familia de las que se llama compuesta. Mis hermanas son hijas biológicas de mi madre y yo de mi padre. Papá quedó viudo de mi madre biológica hace siete años y en ese momento se hizo pastor evangélico, supongo que un escape a su profunda pena, estuvo tres años solo hasta que conoció a Silvia mi madrasta, ella también había quedado viuda, su esposo era bombero y perdió la vida en un incendio forestal, quedo destruida y con dos hijas pequeñas, se refugió en la iglesia en la que mi padre era pastor.
    
    Silvia tiene 29 años, es muy joven para mi papá que tiene 56, aunque para el amor no hay edad. Cuando lo conoció ella trabajaba como secretaria en una aerolínea, siempre viste formal, o por lo menos le exigen un traje que puede ser gris oscuro o azul, con sus lentes de marco metálico fino la convierte en una sexi ejecutiva, es hermosa, un cuerpo hermoso que llama la atención a todos, aunque no por mostrar, no tiene escotes pronunciados, ni pollera corta, son las formas que dibujan su cuerpo y sus espectaculares rasgos faciales. Su pelo es largo y castaño claro, siempre lo lleva recogido en un rodete sobre su cabeza. No sólo su vestimenta es formal, ella también lo es, por lo menos cuando está con mi padre no se muestra cariñosa con él, es una típica ama de casa, su vida está casi dedicada en exclusiva al cuidado de sus dos hijas. Acompaña a mi padre todas las tardes a la iglesia donde da sus sermones, ella lo asiste en su trabajo. En cambio yo no le encuentro el sentido que le encuentran ellos a la religión, razón por la que tengo una relación media complicada con mi padre, aunque no llegamos a pelearnos mostramos indiferencia uno del otro. Puede ser que yo sienta celos de mi padre, envidia de estar con una diosa, creo que desde el primer día en que la vi me enamoré de ella.
    
    Mi nombre es Cristian y tengo 21 años, estudio y trabajo, todavía el presupuesto no me da para irme de casa, aunque yo no me quiero alejar de ella, no quiero dejar de verla y sentir aunque más no sea un amor platónico no correspondido.
    
    Con Silvia mi trato es como si fuera una hermana, cuando está con mi padre casi no me habla sólo lo hace cuando él no se encuentra en casa, pero esto no ocurre muchas veces, estas pocas veces que está conmigo la veo sonreír, hablamos de música o video juegos, cosa rara en una mujer, pero ella juega cuando puede y lo hace muy bien.
    
    Un día estaba en casa con Silvia y mis dos hermanas, ellas estaban en su habitación jugando, se las escuchaba reír, Silvia había terminado de lavar en la cocina y estaba terminando de barrer en el living, yo estaba sentado en el sofá jugando al Call of Duty, con la tv a todo volumen, cosa que a ella no le molestaba. Me ve y se sienta a mi lado, toma el otro control y empieza a jugar conmigo, jugamos una misión en la que teníamos que emboscar al ...
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