Pérfida - Relatos Eróticos

Pérfida

... atisbo de vergüenza puso un cojín en la silla y se sentó, nosotras la mirábamos con una sonrisa en la boca, nos miró y comenzó a reírse.

-Callaos putas, no veas como me han dejado. No sabréis lo que es un polvo de verdad hasta que os folle un negro con un pollón enorme en condiciones.

-Está noche entonces ¿tranquilitas en casa?. - preguntó Asun.

-Va a ser que si - dijo mirándose el culo- esto necesita recuperarse, hoy piscina y tranquilitas en casa con peli y palomitas.

Esa noche fue de chismes, confidencias, ahí vi a una Nita amigable y cercana. No me terminaba de convencer tras saber lo que sabía de ella, pero algún punto se ganó.

Las vacaciones terminaron y volvimos a casa.

El siguiente año se unió a la pandilla Dolores, Lola. Algo mayor que nosotras pero encajó bien. No tenía el mismo nivel económico pero a nivel de fiesta con Nita estaban a la par, nos presentaban a chicos incansables y muy bien dotados sexualmente. Pocas, se contaban con los dedos de una mano, las veces que me acosté con alguno de ellos, los que Nita nos dejaba, una cosa era desfasar en otro pais donde nadie nos conocía y donde la prensa estaba controlada y otra desfasarse en donde nos conocían todo quisqui. Algunas veces la prensa nos sacaba aludiendo las noches con nuestros novios. Novios con los que no nos volvían a ver.

Y así fue mi vida universitaria hasta el verano anterior al último año de carrera. Meses de estudio, buenas no, buenísimas notas y como recompensa unas vacaciones de un mes en Miami con Nita, Asun, Sofía y Lola, si antes eramos Sofía, Asun y yo las que competimos con nuestros gemidos ahora eran Lola y Nita las que competían por ser las más ruidosas y osadas. Llegando a realizar orgia en mitad del jardín, ellas dos con seis maromazos que las llenaban por todos los agujeros. También pudimos observar que también interactuaban entre ellas cuando no conseguían más que a un solo amante. Ambas en pleno sesenta y nueve lamían y succionaban la vagina y elclitoris de la otra mientras sus amantes, no sé si estaban intercambiados o no, las bombeaban analmente. Esto lo sabemos por los comentarios a la hora del desayuno invitándonos a unirnos en la siguiente vez.

Ese verano antes del comienzo del curso había conocido a Germán, un morenazo muy atractivo, simpático y educado. Su padre era dueño de una empresa de importación en Francia.

Germán era amable, cariñoso todo un caballero y un amante excepcional. Él había terminado la carrera dos años antes que yo. Estábamos enamorados no concebimos la vida de uno sin el otro. Quería alejarme de Nita, la cual ya estaba haciendo planes de futuro para todas, todas a su sombra claro. Como me dije cuando la conocí, cada una por su camino.

Temía la reacción de Nita en cuanto conociese a Germán. No pensaba aguantar ni media, a la mínima que vea que Nita se le acerque con intenciones aviesas va a desear no haberme conocido nunca.

Pude posponer el temido encuentro todo lo que pude; pero al final fue ...