Pérfida - Relatos Eróticos

Pérfida

... vagina, los amantes de Nita no estaban usando profiláctico ninguno.

Instintivamente nada más entrar en la habitación saqué del bolso el que íbamos a utilizar mi amante ocasional y yo.

Estaba mi chico haciéndome un trabajito de bajos que me estaba llevándome a los cielos cuando desde el cuarto de Asun oía el golpeteo de carne contra carne adredezada con berridos y juramentos que harían sonrojar a un estribador del puerto.

Ahora me tocaba a mí, no podía creer lo que estaba haciendo. Yo que era de las que no quería que se oyera mientras lo hacía, estaba apunto de apuntarme a un concurso de gemidos, gritos y juramentos. Concurso en la que no había ganadora. Pero ninguna quería quedarse atrás.

Al día siguiente lo primero que vi cuando abrí los ojos fue la espalda de, no me acordaba de su nombre, mi acompañante. Parecía que se hubiera pegado con un gato. La tenía llena de arañazos. Muerta de vergüenza me levanté y tal y como estaba, desnuda, fui al botiquín a por agua oxigenada para hacerle unas curas.

Me asomé a la sala y vi a Nita despatarrada en la alfombra, bocabajo y sola. Pude ver como de su recto y de su vagina colgaban churretones de semen semiseco, se habían corrido dentro. Nita se revolvió y yo seguí hacia el baño para abrir el botiquín. Cuando volví a pasar Nita seguía durmiendo. Entré en la habitación y vi como mi acompañante estaba boca arriba acariciandose su polla dispuesto a empezar de nuevo. Con una sonrisa abrí el cajón, saqué un condón, lo abrí, se lo coloque y comencé a mamarsela como si mi vida dependiera de ello. Cuando me empalé y comencé a moverme lo hice en silencio. Me mordía los pezones intentando hacerme gritar de placer, para evitar que siguiera haciéndolo me giré. Coloqué las manos sobre su pecho, levante un poco el culo para que fuera él el que se moviera.

En ello estábamos, empapados de sudor, yo con el pelo en el rostro, recibiendo las percusiones de mi amante ocasional cuando vi como la puerta se abría y la cabeza de Sofía se asomaba. Estuvo mirándome un rato mordiendose el labio inferior mientras se acariciaba el cuerpo excitada.

Me lanzó un beso y cerró la puerta cuando con un gemido ahogado el orgasmo me invadió tras recibir la sensación del semen de mi amante golpeando el latex.

En ese momento sentí envidia de Nita. ¿Que se sentirá el hacerlo a pelo?, ¿Cuál será la sensación del semen caliente golpeando y llenando mi interior?

Cuando me quité de encima y le quite el preservativo, estaba más lleno de lo que pensaba. Un nudo y para la papelera.

- Un placer nena, pero he quedado para hacer espalda y tríceps. Ya te llamo y repetimos ¿hace? Follas de miedo tía.

Eso me lo decía mientras se vestía sin ducharse siquiera y sin dejarme que le curara los arañazos.

-Así fardo del pedazo de tigresa que me he follado. Puso de excusa para evitar las curas.

Todo un Shakespeare.

Tras ducharme, me reuní con Asun y Sofía en la cocina, al rato se unía Nita, recién duchada también.

Sin un ...