1. Pérfida


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Kaos, Fuente: TodoRelatos

    ... relativamente despacio debido a la cantidad de rocas que había. Encendieron las linternas adheridas en los fusiles. Nita encendió el foco que estaba en el techo del todoterreno.
    
    Desde la loma veía el poblado ciento cincuenta metros a lo sumo. Entonces lo oí. Una vibración como si chocaran ramitas entre sí. Los hombres apuntaron los haces de luz en todas direcciones hasta que vieron las cuevas.
    
    ¿Sabéis la peli del Vin Diesel en la que está en un planeta junto con otros y de repente se hace de noche y salen un montón de monstruos voladores que el vé salir porque vé en la oscuridad? Pues esto era igual.
    
    Yo les veía gracias a la altura en la que me encontraba dado que los haces de los focos sumado a la luna llena que poco a poco "iluminaba" la noche.
    
    El claqueteo aumento poniendo nerviosos a los hombres. Y entonces los vi, para mi horror los vi. Eran como nos lo contaban los ancianos del pueblo. Me tapé la boca para no gritar. Primero aparecieron los pequeños, je pequeños, de unos treinta a cuarenta kilos, salían de las cuevas jugueteando entre ellos, serían unos diez. Uno de los hombres le disparó a uno de ellos que salió despedido un par de metros. El resto se dispersó. Tras unos segundos se acercó a la criatura que yacía sin moverse. El hombre la tocó con el pié. El animal no se movía.
    
    - Debe ser un coyote o algo así - gritó - está muerto.
    
    - A ver idiotas - les grito Nita desde el todoterreno - no estamos para cazar coyotes sino para cazar una zorra.
    
    No acababa de decir eso cuando un claqueteo más fuerte que los anteriores les hizo callar. Un ser del tamaño de un oso salió de la cueva, se acercó a la cría que yacía en el suelo. La olfateó y la movió con el hocico. La cría se levantó se sacudió y colocando las garras delanteras en la cabeza del adulto empezó a frotar su cabeza contra la del adulto. El claqueteo volvió a sonar y de otras cuevas salieron más adultos hasta un total de seis. No hubo gruñidos, ni rugidos. El grande saltó sobre el hombre que había disparado a la cría y que se había acercado a ver el resultado.
    
    Miraba sin poder evitarlo, era hipnótico. La criatura de un zarpazo arrancó la cabeza del hombre. La cabeza salió despedida, las crías salieron corriendo detrás de ella jugueteando entre ellas.
    
    El cuerpo decapitado tardo unos segundos en caer al suelo. Eso pareció ser el pistoletazo de salida para el ataque. Los haces de luces se movían frenéticamente disparando sin apuntar. Algunos caían por fuego amigo. Los impactos parecían no hacer mella en aquellos seres, que hasta hace unos minutos eran leyendas. Los hombres eran despedazados con una rapidez asombrosa. Desde la parte superior Nita movía el foco para que sus acompañantes pudiesen hacer blanco.
    
    De repente uno de los ocupantes fue derridado desde lo alto del vehículo. Nita apuntó hacia donde había caído el hombre. El hombre presa del pánico se escondió debajo del vehículo. O mejor dicho intentó esconderse, una de las crias le mordió el pie y tiro de ...